Yo sé que tú me amas. Me lo dice el desayuno que preparas los sábados por la mañana, me lo dice la forma en la que se me debilitan las piernas y se me alborota el deseo cuando me llamas "negra". Me lo dicen muchas pequeñas cosas... menos tu boca.
Y ¡De tu boca lo quiero todo! De tu boca quiero los "te amos" y quiero besos largos y tan variados como los bombones de chocolate que se regalan los enamorados. De tu boca ansío que siempre me seduzcas con historias, que vuelvas a proponerme aventuras y me redescubras, y que te sientas tan plena que ella no tema pronunciarlo.
Porque tras esta convivencia nuestra, en todo lo que hacemos, cuando lavo los platos, cuando vemos la tele, cuando estamos molestas, la verdad absoluta es que quiero tu piel, tu boca y tu verbo con una necesidad que nunca muere. Mis ganas de ti son como mis ganas por el mousse de chocolate, como mis ganas por la música, como mis ganas por la luz del sol cuando se va poniendo y acaricia el cielo. Mis ganas de ti son como mis ganas por la vida.
Y en esta hora de insomnio quiero decirte que en este caminar nuestro tomadas de la mano, la película que rueda en mi mente al cerrar los ojos sigue mostrando fotogramas de tu sonrisa; el soundtrack sigue siendo tu voz de brisa cálida, los créditos están escritos con tus pecas y lunares sobre tu piel de leche. Años después de aquella primera sonrisa, la historia sigue teniéndonos de protagonistas.
No quiero extrañarte aun teniéndote a mi lado, aquí me tienes esperando con angustia, bajo la colcha, que tú también me digas Te amo, que de tu boca salga esa frase, simple y llena de tantas cosas.
Quiero que tu boca, roja por mis besos, de hablar rápido y bajito, sea capaz de decirlo. Necesito oírlo salir de tu boca.
Juls.....