No cantes muy pronto victoria

296 3 0
                                    

Marcus

- Esta en esta habitación de interrogatorio, señor Hartmut -comunica un oficial muy colaborador

- Podría abrirla? -pregunta mi padre mirando la puerta, ansioso de entrar en esta y encontrarse con el que causó tanto destrozo en nuestra ciudad.

- Por supuesto. Pero su hijo tendrá que quedarse afuera. -dice mirándome

Yo no me inmutó, ya que solo bastan unas palabras que no logro escuchar de mi padre para que el oficial se ponga pálido y abra la puerta para los dos.

- Y a usted quien lo dejó entrar? -pregunta el oficial que estaba interrogando a... los dos culpables

Los miro confundido.
Que hacía el segundo aquí?

Tenia el mismo tono de rubio que la mitad del otro y también el mismo tono verde en sus ojos que uno del otro, serán parientes?

- Mi nombre es Hartmut. De seguro reconocerá mi nombre. -dice este acercándose a la mesa

Yo por mi parte me quedo con las manos tras la espalda, pegado a la pared y esperando a que padre me de órdenes o se explique.

Se que esta planeando algo.
Pero no sabía que.
Solo me quedaba estar preparado.

Los oficiales, había otro sentado en una silla tomando apuntes en una letra que parecía más bien árabe (Podra leerlo el mismo?), no dicen nada, simplemente toman una posición de respeto frente a mi padre.

Los dos detenidos se miran confundidos.

- Si... se le conoce seños Hartmut. -dice el oficial que esta parado y obviamente estaba haciéndole la pregunta a los sospechosos- Pero ahora ni el momento o el lugar conveniente Señor. -dice obviamente molesto

Estaba seguro de que andaba de tal humor por que no le lograba sacar información a los detenidos.

El rubio completo andaba llorando a cántaros y temblando como un Chihuahua.
Y en parte no me sorprendía. Parecía un joven recién salido de la universidad para niños buenos.
Mientras que el otro estaba sentado como si este fuera el día más divertido de su vida y estaba vestido como si nunca hubiera ido a otra parte que a comprar cigarrillos.
Y... por la postura que tenía el oficial cuando entramos, se notaba que estaba gritándole al que cree que esto es una fiesta.

- Por supuesto que si lo es. -dice mi padre al pararse a un lado de la mesa- Después de todo, quiero evitar que encierren a los salvadores de nuestra ciudad.

'Que?!'
Era lo que se nos pasó a todos los presentes por la cabeza.

Los oficiales miraron a mi padre como si hubiera perdido el juicio... yo mismo lo mire de ese modo.
Pero los arrestados solo le miraron sorprendidos, luego el medio peli negro se río a cántaros.

- Ahora que es gracioso? -le pregunta el bad cop, queriendo matarlo

- Me siento halagado señor. De paso no trajo quizás unos chocolates para agradecernos?

Mi padre le mira y se ve que se pregunta si no se estara equivocando en algo.
Pero antes que le diga algo, alguien más se pone a gritarle: el que estaba sentado al lado suyo.

- No puedes tomarte las cosas en serio por una vez en tu vida?!!! -le grita rojo de rabia y aún con una cascada de lágrimas en sus ojos

- Que, Por qué?! Y por qué me gritas?!! -dice este ya enojandose

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 14, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Besos, Celos y Tentáculos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora