5 words:
palabra ; muerte ; traición ; jirafa ; orgullo
🐢
—¿sigues enojado conmigo? —hyunjin preguntó, asomando su cabeza por la pared de la cocina para que solo sus ojos pudieran verse, ya que en su anterior intento seungmin arremetió con todas sus fuerzas, lanzándole un peluche.
este vez no hubo proyectil, así que se permitió sacar la mitad de su cuerpo.
cómo lo pensó, seungmin seguía sentado en el mismo lugar, brazos cruzados y un precioso puchero en sus labios. tal y como había estado los últimos veinte minutos.
la manta a su lado, las palomitas aún desparramadas por todo el lugar, y el peluche de jirafa que su novio tanto adoraba seguía en el suelo en la misma posición en que quedó luego de impactar contra su cara.
la película seguía en la televisión pero el volúmen estaba en cero y seungmin tenía la vista fija en algún punto de la puerta, lo cual era peligroso porque hyunjin no quería que su novio se fuera y no tuvieran tiempo de arreglar el problema.
—sé que estás molesto y lo comprendo.—con cada paso su voz se suavizaba, eran contadas las veces en que seungmin se enojaba con él y sabía por experiencia que no era lo mejor acabar a los gritos porque uno de ellos acabaría suplicando perdón y no sería seungmin.— fui una muy mala persona y de verdad lo lamento, pero tienes que dejarme explicar lo que pasó.
—me diste tu palabra.—seungmin habló casi tan bajo y suave que él, lo que fue aterrador en muchas formas.— ¿sabes? en algunos países faltar a tu palabra se considera traición y es penado con la muerte.
—no aquí, mi vida.
seungmin lo volteó a ver. hyunjin dió un paso atrás.
—estás jugando con fuego.—su novio le advirtió.
hyunjin levantó ambas manos y dió un par de pasos hasta sentarse despacio junto a seungmin.
—¿ya puedo explicarme?
antes de asentir, seungmin se tomó el tiempo de darle un golpe en la frente. no demasiado fuerte pero lo suficiente para que se alejara un par de centímetros.
—bien, lo merecía.
hyunjin se tomó un par de segundos para apreciar a su hermoso novio en su enojo, o cómo el lo veía, en su berrinche. pero si le decía eso terminaría bajo tierra. carácter fuerte y orgulloso como ninguno, pero personalidad tan suave como el algodón. quién diría que tan tierno y callado chico podía ponerse tan furioso porque su novio viera una película sin él.
no estaba en su planes contarle a su novio que ya había visto aquella película por la que estaba tan emocionado de que la vieran juntos, pero no puedo evitar el comentar en medio de la película la frase por la que se arrepentiría probablemente toda la semana "ésta es mi parte favorita". la frase que comenzó el desastre.
—lamento mucho haber visto la película sin ti, pero no podía decirle que no a mis sobrinas, bebé.—la mención de sus sobrinas enseguida obtuvo una sorprendida y vacilante reacción por parte de su novio.— mi hermana no podía ir con ellas al cine y tuve que acompañarlas, tú sabes que no sé decirle que no a sus ojitos.
seungmin bajó la mirada y pareció pelear consigo mismo. hyunjin amaba más que a nada a su sobrinas, y si había alguien que las amaba casi tanto con él, ese era su novio.
—bien, entiendo... lamento haberme puesto así.—su novio se lanzó a sus brazos en un apretado abrazo y hyunjin sonrió aliviado.
dejó un par de besos en la mejilla de seungmin antes de hablar.
—aún así lo siento.
—está bien, te perdono.
ambos sonrieron, demasiado acostumbrados a ser empalagosos entre ellos.
—¿puedo ver la película contigo?
—no.
hyunjin se alejó, indignado.
—¿no?
—no, porque te conozco y seguirás hablando de tus partes favoritas y lo arruinarás para mí.
ambos se desafiaron con la mirada unos segundos. hyunjin fue el primero en ceder.
—prometo estar callado.
sonriendo con inocencia, seungmin meditó un par de segundos sus opciones.
la comida estaba en el suelo y tendría que retrasar la película para retomar el hilo, pero la peor parte sería no tener el calor de su novio a su lado. la vibración de su risa y los pequeños besos ocasionales.
—¿disfrutas la película, amor?hyunjin asintió.
—te amo.
hyunjin volvió a asentir.
seungmin le había puesto cinta adhesiva en la boca para que no volviera a hablar, pero se encargó de transmitir con sus ojos y manos el "te amo también".