Cazador Demoníaco

Un Amigo

Tiempo Después

Pasos resonaban en el ambiente mientras el viento soplaba y movía las hojas de los árboles.

Naruto caminaba tambaleándose de un lado al otro, su cuerpo fatigado y hambriento carcome su ser a cada instante que pasa.

Dos, ese era el número de semanas que llevaba caminando, huyendo y ocultándose como si su vida dependiera de ello.

Sangre y mugre se acumulaba en sus ropas y piel pero poco a él le importaba.

¿Cuánto llevaba sin beber sangre? No era capaz de decirlo con exactitud en este momento y tampoco quería saberlo.

Se repudiaba a si mismo a cada momento de necesitarlo, desde su nacimiento, este cuerpo venía con la necesidad de beber sangre, como si de agua para los humanos fuese.

Naruto agradecía que no fuera necesario consumir carne de un humano para subsistir porque el no es capaz de quitarle una vida por algo tan mundano como saciar su propia hambre.

No sabía donde se encontraba o a dónde ir, las notas de sus padres no eran de mucha ayuda puesto que por lo que decía allí, su madrina Tamayo está en constante movimiento ocultándose de Muzan.

La otra persona a la que podría recurrir, era por menos la más arriesgada en este instante para él.

Lo sabía perfectamente, su condición como medio Demonio era algo que fácilmente podría quitarle la vida.

Por un lado,a lo largo de estas dos semanas, el rubio se ha encontrado con tres Demonios diferentes, de los cuales solo peleó con uno y logró matarlo usando lo que sabe gracias a su madre y su espada.

Los otros dos en cambio, tuvo la suerte de que Cazadores estaban por los lugares y logró huir.

Suena horrible considerando que ellos podrían estar en peligro, ¿Pero alguien lo culpa? Con sus ya casi doce años de edad aún no sabía mucho del mundo o cómo defenderse.

Ni siquiera era capaz de conseguir algo de sangre para alimentarse.

Decidido, el rubio se alejó del camino y se adentró en la espesura del bosque.

Minutos Más Tarde

Naruto se encontraba sentado bajo la sombra de un árbol, a unos cuantos metros de él una fogata pequeña cocinaba pedazos de carne de un jabalí.

Desde su asiento, el rubio tenía sus ojos cerrados mientras bebía sangre del jabalí en un recipiente.

Un suspiro de alivio salió de sus labios cuando terminó de beber, sin duda había sido revitalizador.

Algo que Naruto había encontrado interesante, era que para él, la sangre de animal funcionaba como sustituto de la humana. Claro, no era tan efectiva como la humana pero era algo.

Por lo que pudo percatarse, si fuera sangre humana le bastaba con beber un vez en toda una semana, pero la sangre de animal era tan débil que requería al menos tomar de ella dos veces en un día.

Eso sin contar la cantidad, era tan increíble la diferencia de cuanto necesitaba que hasta le pareció ridículo.

Cuando vivía con sus padres, siempre bebía sangre humana que sus padres conseguían, no mataban a nadie, por lo que sabía ellos compraban la sangre de algunas personas de bajos recursos.

Sonará algo poco ético, pero era mejor que asesinar inocentes.

Pensar en sus padres le hizo agachar la cabeza un poco, el vacío de su ausencia aún era demasiado grande.