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Seis años han pasado desde el primer y último encuentro con su rubio,ya crecido.
Habia ido todos los lunes al reino,solo para poder verle,pero al volver solo se encontró con el sr. Allen.

-"¿Y Barry?

-Oh,él se quiso quedar en casa,no creo que quiera venir luego de haberle pasado ese incidente con su carruaje,majestad.

-Ya veo..."

Su voz,en aquel lejano momento,detonaba una tristeza oculta,había esperado bastantes años para poder verlo y una vez que pudo hacerlo,el maldito destino le jugaba sucio.
Aquella vez,Hal pensó que no veria al bebé de ojos celestes núnca,pero justo cuando se empezaba a marchitar su esperanza,el rubio hizo su aparición y se la revivió. Solo por ese encuentro casual,Hal profundizó sus deseos en estar con Barry,en poseer esos hermosos ojos,y ser el motivo que causara su melódica sonrisa.
Estaba consciente de que seria mal visto eso,pero a él no le importaba,queria estar con su rubio,y lo estaria,hoy era el día;Jordan siempre contaba los años,meses e incluso hasta los días,para que su Barry cumpliera los 18 años que le correspondian a un adulto. Por eso,la sonrisa en su rostro se habia plantado desde su despertar.

-Se le ve bastante felíz su majestad-comentó un curioso lacayo.

-¿Tú crees Oliver?-preguntó sin darse cuenta de la radiante sonrisa que portaba,mientras caminaba a la par del lacayo.

-Sí,has estado asi desde la mañana,¿por qué tan emocionado?-preguntaba mientras se acomodaba en el asiento de chofer.

-Hoy es un día importante Oli-confesó felíz.

-Si me disculpas,pero...¿qué día es hoy,acaso se celebra algún acontecimiento?

-Ya lo averiguaras.

________

Hoy era el día,el día de su cumpleaños nro. 18.
Barry realmente no queria celebrarlo,su madre había fallecido cerca de ese mes,y su padre cayó enfermo a principio de año,realmente estaba dolido pero aún asi no lo demostraba,no quería que su padre se preocupara. Éste último habia caído en cama a causa de un resfrío,por lo que el rubio se encargaba de todo el trabajo en la granja,por eso,cada vez que trabajaba estaba empapado de tierra y sudor pero estaba acostumbrado a la actividad física.
Los años habian pasado y con ellos,la suerte que su padre y él tenian en la granja,pues,se habian vuelto pobres hace más de tres años,por lo tanto,debian de esforzarse el doble para conseguir alimentos;y más ahora,que su padre estaba enfermo y necesitaba medicamentos.

-¡Papá,ya acabé de acomodar el trigo!-decia mientras entraba directo al cuarto de su padre,para priorizar su estado-. ¿Cómo te sientes?

-Bastante mal a decir verdad...-no le mentiria,le dolia todo el cuerpo- ¿Hay suficiente trigo para hacer pan?

-Papá...no debes preocuparte por eso,no creo que al rey le preocupe que no le lleves pan un lunes...hace un mes lo hiciste-sonrió dolido por la amarga verdad-. Tú solo debes preocuparte por descansar lo más que puedas-pidió sentándose al borde de la cama.

-Barry...-era hora de que fuera sincero con su hijo- No creo que sobrevíva a esta enfermedad...

El rostro del rubio demostró tristeza y temor.

-No debes de ponerte triste,estaré en un lugar mejor...lamento mucho no vivír lo suficiente como para ver a mis posibles nietos.

-Estas delirando,papá,no digas esas cosas-trató de restarle importancia a lo dicho por su padre,pero su voz se quebraba,y queria evitar eso-. Aún te falta mucho por vivir

Le perteneces a tu ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora