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Su miembro se pierde en el cuerpo del granjero mientras entra y sale con entusiasmo de él,observando a detalle cada expresión de su rostro;es una visión caliente la que obtiene a cambio del movimiento de sus caderas.

Su voz sale aguda,no puede evitarlo,tampoco puede evitar que la espalda del rey no quede arañada por sus dedos;está debajo del fórnido cuerpo de Hal,gimiendo cerca de su cuello y el hombro,mientras mantiene los ojos cerrados,tratando de acostumbrarse a esas nuevas experiencias,aquellas de las que el rey tanto le habló. Todo había pasado extremadamente rápido para su cerebro;cuando el mayor metió sus dedos para amoldarlo le había susurrado melosamente en el oído,frases como "se sentirá bien si te relajas...","deja que este rey colonice todo tu ser","si lo resiste te daré una buena recompensa","quisiera cambiar mis dedos por algo más". Todo un descarado.

-¡Ah!-aquella última estocada que le dió antes de detenerse había tocado un lugar sensible en él,provocando que abriera sus ojos en la acción.

-Gime Barry,gime para tu rey...-su voz sale más ronca y baja,tomando entre sus manos las mejillas de su granjero,mientras menea las caderas en el estrecho interior del menor.

Solloza abrumado por todo lo que el rey le está haciendo pasar.
Su miembro está siendo aplastado por el cuerpo del mayor y sus piernas están abiertas de par en par,dándole una mejor bienvenida a las fuertes caderas.

No pasa demasiado antes de que el calor del momento se vaya con los chorros que son derramados en el interior de Barry,luego de que el mísmo Barry se viniera,manchando su propio pecho y un poco en el de Hal.
Ambos respiran pesados tratando de conseguír el aliento que perdieron,el más afectado es el menor,cuyos ojos son cerrados viendo los del contrario,los cuales lo miran con un eje de dulzura.

-Duerme,mi hermoso y pequeño rayo de sol...

Es lo último que oye antes de dormírse por completo.

Horas antes

Sus ojos miraban al frente,concentrándose en el camino,mientras guía al rey y compañía hacia su granja.
Barry tiene ganas de voltear la cabeza para ver si el sonido metálico que suena es perteneciente a su majestad pero no puede distraerse.

Sus ojos están clavados en la figura del menor,viendo la camisa desaliñada y sucia que posee,los pasea por toda su persona,apreciandolo con detalle y se detiene en su espalda baja,deseando que la ropa que porta sea más ajustada porque la que lleva es holgada y no le permite apreciarle el trasero.

-~Oye Hal~-susurra a su lado,acercándosele lo suficiente para que solo él lo escuche.

-¿Mh?-inclina levemente la cabeza hasta su amigo,sin quitarle la vista al rubio.

-~¿Qué estás viendo?~-pregunta alzando una ceja cuando vé que mantiene una sonrisa y no lo mira-. ~Estás sonriendo hace rato y no has apartado la vista del plebeyo desde que comenzamos a caminar,casi pareces un violador serial~

-~Solo estoy pensando~-responde de la mísma manera.

-~¿Pensando?~-lo mira sin creérselo y luego mira a la dirección en donde esta viendo-~Un momento...¿le estás viendo las nachas al plebeyo,no es asi?~-cuestiona con atizvo de incredulidad,asombro y enfado;incredulidad porque le está viendo el trasero a un hombre,asombro porque núnca esperó eso por parte de su amigo que siempre llevaba a la cama a un centenar de mujeres para satisfacerse y enfado porque se trataba de un menor~Hal,¿te das cuenta de que es un hombre,verdad?~

Le perteneces a tu ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora