Una vez, una vez me dijiste que cuando no encontrara cómo sacar lo que me estaba ahogando, que escribiera, que escribiera hasta sentirme bien conmigo misma.
Por eso hoy te escribiré cartas, hasta que ya me sienta bien, hasta que mejore, hasta que ya...
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Hoy dejé todo planificado en el estudio con mi amigo y socio de toda la vida.
—Todos mis cuadros están listos y enmarcados, dejé correos listos a sus remitentes, tú solo tienes que ver las fechas de entregas y enviar los correos. Y....
—¿!LARGOOOOO!?—. Me quedo callado y suelto un suspiro al escuchar a Danael gritar— tienes que respirar hermano, yo sé lo qué tengo que hacer, tú solo disfruta de tus vacaciones ya era hora que las tomarás.
—Estoy nervioso, ¿Crees qué le guste la sorpresa, y si no está preparada?.
Mi amigo menea la cabeza en negación y se ríe de mí nerviosismo.
—¡Es Julieth!, ella siempre estará lista y le encantará las sorpresas que les prepares.
—Pero ella...
—Pero ella nada—. Me mira Danael con sus muy pobladas cejas fruncidas—, ella siempre ha sido organizada, no sé cómo se fijó en un desastre cómo tú.
Suelto un suspiro—Me he preguntado eso todos estos años, créeme.
—Terminemos de trabajar en estos últimos detalles y vamos por la sorpresa de Juli, ¿Qué te parece?.
Asiento y me voy a mi oficina, veo correos, confirmo las entregas realizadas semanas antes a las nuevos propietarios. Veo nuestras fotos de bodas y siento cómo si fuera hoy cuando dijimos sí. Ella estaba inmaculada con su hermoso vestido de princesa con muchas pedrería brillantes haciéndole lucir cómo una. Las mangas brillaban y capturaban toda la luz haciéndole un halo de luz a su alrededor se veía presiosa. Realmente es presiosa.
Dicen qué el amor no se vé pero se siente, qué es cómo el viento. Te abraza haciéndote erizar toda tu piel con el suave tacto de la brisa en tu rostro. Que así mismo es el amor.
Eso mismo siento alado de Julieth.
Perdí la noción del tiempo trabajando y organizando todo para la sorpresa de Juli, y la verdad la organización no es lo mío, pero tengo que preparar todo así podré estar más tranquilo.
—Vamos hombre, entremos compramos y salimos. Es todo lo que tienes que hacer.
Danael trata de meterme a la fuerza por la puerta pero yo me aferró cómo si no hubiera un mañana de la misma para no entrar, estoy realmente asustado y ya no es porque a Julieth no le vaya a gustar la sorpresa, es porqué a mí me gustara más la idea de la sorpresa y tengo mucho trabajo que hacer.
—Creo qué no termine de hacer algunas cosas en el estudio.
Mi cuñado me mira con su cejas elevadas hasta el nacimiento del cabello.—¿Me estás jodiendo Josh?.
—La verdad, es qué, no sé qué me pasa hermano, te juro que quiero hacer esto, quiero darle la sorpresa. Pero, algo dentro de mí, muy en el fondo me dice que después de toda esta sorpresa no será bueno.
