Por fin de vacaciones.

15 4 6
                                    

Han pasado dos días desde que llegamos a Brasil, y todo me tiene maravillado, soy como un niño en navidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Han pasado dos días desde que llegamos a Brasil, y todo me tiene maravillado, soy como un niño en navidad.

Todo es perfecto, el hotel es hermoso.

El hotel es verdaderamente hermoso, el personal es muy amable y servicial, la recepcionista es una morena de ojos claros y muy carismática. Juli habla con ella en su idioma natal y ellas sonríe al verme ver todo cómo un niño maravillado por algo nuevo, desde los pilares hasta el techo, las plantas y flores silvestres, hasta una fuente con orquídeas. ¡Wow! Debo de parecer que nunca he estado en un hotel cinco estrellas.

Suena una campanilla y viene un joven bastante... guapo, vestido con una camisa playera y unas bermudas color caquis y en sandalias playeras, y si ese es el botones no quiero saber cómo son los demás empleados de este hotel.

No sé que me sorprende tengo dos días viéndolos, debería de acostumbrarme.

—Deberíamos ir de compras, así veríamos mejor los lugares y comeríamos algo sí.

Veo a Juli que está hermosa en ese vestido veraniego negro con muchísimas flores de girasoles en el y unas sandalias playeras con la misma flor.

—Sí, así te alejo de los ojos de todos esos chicos que no paran de verte, me estoy poniendo celoso de esos botones esbelto y muy casualmente vestidos.

Ella suelta unas carcajadas y tapa su boca mientras caminamos fuera del hotel y ella sigue riendo escandalosamente.

—Mi amor, es un hotel turístico,— me habla mientras me abraza dejando besos en mis mejillas y cuello— es normal que los empleados estén vestido así, además ves la temperatura de aquí, se cocinarán en ese traje de botones al que estamos acostumbrados a ver.

Llegamos a un lugar muy transitado, vastante retirado del glamuroso hotel turístico y este lugar es más vivo con sus enormes sombrillas y locales coloridos. Todo el mundo ríe y baila sus músicas, en eso Julieth se les une a un grupo de chicas que están haciendo un baile que he visto y sé que es zamba, empieza a mover las piernas de un lado a otro y así mismo la cadera, luego se les une unos chicos vestidos muy... Bueno, solo tienen esos minis shorts playeros y sostienen a todas las chicas de la cintura y cuando digo TODAS, eso incluye a mi hermosa esposa y empiezan a bailar y no puedo negarlo que se ve hermosa y sin darme cuenta saco mi celular y empiezo a grabar al grupo de chicos hasta que termina la coreografía. Todos aplauden y ellos le hacen reverencia al público.

—¡Dios mío! Aún tengo el toqué.

—¿El toqué? ¡Por el amor a Cristo, tú tienes la música en tus venas mi amor!.

Ella se sonroja y yo solo puedo besarla y abrazarla.

—Lo tengo todo en la lente, más tarde lo verás.

—Sí, pero vamos por unos batidos me dió sed.

Caminamos unos cuantos puesto más y entramos en un pequeño lugar muy cálido y llenos de gente en trajes de baños y shorts, nos sentamos en unas butacas y en seguida nos atiendan pedimos batidos de mango y piñas y no tardó en llegar nuestros batidos, tomamos fotos juntos, caminamos esos puestos donde venden de todo, hicimos comprás y más comprás, en un lugar no muy apartado ví una tiendita de joyería y mientras ella estaba distraída viendo trajes de baños y cosas playeras me fuí a esa tiendita viendo cada prenda una más hermosas que otras, en el paseo a las vitrinas ví un collar que me cautivo de inmediato. Era una delicada girasol con un sol muy pequeño, era tan delicado y pequeño que me enamore de la idea de verlo en su delicado cuello.

—¿Es un collar muy bonito, cierto?.

Me exaltó un poco por la voz a mi espalda, al girar veo a una mujer adulta pero muy presiosa y tenía en sus ojos ese brillo de felicidad. Es difícil ver hoy en día una mujer que exprese en su mirada amor y felicidad.

—Sí, es muy hermoso—, respondo viendo la delicada joya.

—Es una flor muy hermosa y su historia también lo es, aunque para mí es muy triste la historia del sol y la girasol, pero el amor mutuo y eterno es lo que lo hace hermoso.

Ella se coloca al lado del vitrinal saca el collar y lo coloca en una cajita dorada mientras yo solo la miro para que siga contándome la historia sobre la girasol y el sol, pero al ver que no lo hace la ánimo de contarme la.

—¿Y que pasó con el sol y la girasol?.

—Verás querido, la girasol siempre van girando a rededor del sol, quiero decir que ellas apenas sale el sol se ven de frente al mismo, y siempre que la girasol va donde el sol se rota y cuando hace frío y no sale el sol ellas se miran unas con otras para no sentirse solas. La verdad son muy enigmáticas estás flores.

La miro un poco confuso, la verdad no le encontré nada de lindo a lo que ella me acaba de narrar.

—¿Y esa es la historia?

—No, por supuesto que la historia es otra.

Me entrega el obsequio para Juli y cuando por fin me contará la historia del sol y la y girasol llega Juli envolviéndome en un abrazo por la espalda.

La señora nos mira con mucha ternura y sonríe al ver a esa pequeña mujer envolviéndose en mi espalda.

—¿Viste algo lindo que te gustará?

La mira risueño por su pregunta.

—No, la verdad no.

La señora y yo compartimos miradas cómplice y ella solo asiente y sonríe.

—Yo sí.— y se va a dónde tiene todo lo que compro subiendo las bolsas a la altura de su cara. Reímos y pasamos el resto del día paseando y haciendo compras, caminando y disfrutando de nuestros primeros días aquí y así quiero que pase este mes completo. Feliz y relajado.

Pero como la vida es una mierda, no nos da lo que queremos.

Pero como la vida es una mierda, no nos da lo que queremos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
365 Cartas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora