Tengo que mentir.

86 14 18
                                    

Estaba en los brazos de morfeo cuando siento que mi celular suena constantemente, me remuevo y siento una bolita peluda y muy calientita en mi abdomen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba en los brazos de morfeo cuando siento que mi celular suena constantemente, me remuevo y siento una bolita peluda y muy calientita en mi abdomen.

Es hora de subir un poco la calefacción.

Vuelve a sonar mi celular y realmente maldigo porque son las tres de la mañana y solo quiero dormir por mil años, no atender llamas que no quiero contestar.

Ignoro la llamada y me acurrucó cerca de Nissa cuando mi subconsciente me la hace.

¿Y si es él? ¿Y si le pasó algo? ¿Que tal que quiera darte una explicación y no lo escuchas por ignorar la llamada?.

Rápidamente tomo el celular y es un número desconocido, me pongo nerviosa porque jamás, jamás, jamás, recibo llamadas de número desconocido. Pero cuando voy a contestar, la llamada finaliza.

Genial ahora no sabré quién es porque no conteste a tiempo.

Veo el registro de llamas y tengo díez llamadas perdidas del mismo número.

—¿Quien podrá ser?.

Estoy viendo la pantalla de mi móvil y vuelve a entrar la llamada del mismo número.

—Bueno Juli veamos quién es—. Desbloqueo la llamada con mis manos temblorosa la llevo a mi oreja y contento la respiración.

—¿Hola?.

—¡Oh, querida al fin me contestas!.—El alivio inunda de inmediato mi cuerpo y caigo de espaldas a mi cama—, cómo estás mi girasol.

—Que susto me diste por Dios Boris— por inercia me llevo la mano a mi pecho con dramatismo— sabes que no contesto a números desconocidos pero pensé qué...

No, no voy a decirle nada por teléfono y arruinar su año nuevo en Rusia, conociendo lo tomaría el primer vuelo y se viene dejando a sus hijos tirado.

—¿Que pensaste mi girasol?—lo escucho algo preocupado—¿Paso algo, están bien tú y Josh?.

Me duele lo último pero me trago mi dolor y respondo con voz firme y segura.

—Estamos bien Boris, no te alarmes, solo que las malas noticias vienen en números desconocidos.

—Ay mi niña tú y tus cosas, perdóname, es que mi teléfono le salió patas y se fué sin rumbo fijo, y este es el número de mi hijo tenía días sin saber de ti y quise llamarte.

—Estamos bien Boris, estamos durmiendo— miento.— y no es raro que pierdas tu móvil.

Escucho la risas de otras personas que hablan en ruso, cosa que no entiendo nada pero Boris sí, habla el mismo idioma rien de nuevo y yo sonrió al escucharlos reír y hablar en sus lengua.

—Bueno mi girasol, solo llamaba para decirte que estaré en unos días en casa, ya te extrañamos nadie hace los té cómo tú  dulzura.

—Los espero aquí y saludame a Madelaine, dile que extraño sus tartas.

365 Cartas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora