Capítulo 4: Las despedidas siempre duelen.

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Jin 21 años/Jimin 22 años

Mamá y papá habían viajado, la abuela de Daegu estaba enferma y sospechaban que iba a morir. Hacia frío en aquellas fechas. Llamó la abuela de Seúl, la abuela con la que yo crecí, la abuela que me había criado por 17 años. Mi abuelo no estaba bien. Esa semana fue algo díficil, debía dar examenes en la universidad, en el trabajo no me daban tiempos así que había renunciado, además de que me estaba quedando sordo, no era fácil hacer llamadas durante 8 horas seguidas con personas que te gritaban. El dinero se me estaba agotando, la universidad se tornaba más díficil, Jimin era mi único cable a tierra, pero yo sabía que él tampoco estaba bien. Su mirada en ocasiones era apagada, no le gustaba su carrera, la había hecho por obligación de sus padres. Ese no era su ambiente, siempre lo supe, él estaba para algo más.

Mi abuela de Daegu había muerto, una semana después murío mi abuelo de Seúl. El cáncer lo había acabado rápidamente, ni siquiera sabíamos que tenía cáncer. Lloré, pase toda la noche en vela con Jimin acompañandomé,en esos momentos me sentía más pequeño que él físicamente.

Todo el tiempo durante esos años había planificado formas de dejar a Jimin. La primera fue siendo infiel pero no podía, nunca había sido infiel y no sería capaz de lastimarlo de esa forma. Planifique simplemente terminar pero cada vez que por asomó tocaba el tema Jimin me sonreía y me decía que las cosas estarían bien. Tenía ese poder de convencimiento tan grande que ahora estaba solo él apoyandomé en un díficil momento mientras yo contaba chistes.

Estaba decepcionado de todo el mundo, papá había sido infiel a mamá, Junmyeon a su novia, era todo un caos emocional en mi casa pero yo me mantenía firme. No podía actuar como un idiota con Jimin. Realmente estaba enamorado de él porque si no, no encontraba otra explicación de porque me resultaba tan díficil dejarlo. Yo lo amaba, pero también sabía que él no sería felíz a mi lado.

Los meses pasaban y yo seguía igual de dolido, desesperanzado y sin creer en nada.

-Ya pasaron muchos meses. Y debe dejar de dolerte.-Eso me había dolido, podía esperar que cualquiera no entendiera mi dolor, pero Jimin no lo hizo. Yo me había despedido bien de mi abuelo, le había dicho cuánto lo amaba pero la herida no cerraba fácilmente.
-No conociste a mi abuelo. No puedes hablar así. No quiero hablar más Jimin.
-Tú no me amas por eso actúas así.-Frío, distante. No era porque no lo amaba era porque no creía merecerlo. Todo lo que yo tocaba se rompía. Todo lo que yo amaba dejaba de existir.
-Tú no sabes por el dolor que yo estoy pasando. Tú no sabes lo que yo viví. Tú no sabes nada y el mundo no gira a tu alrededor Jimin. Mi universo comprende más que a tu persona.

Y lo bloqueé, pasaron 2 horas hasta que volvimos a escribirnos. Así eran nuestras peleas. El tema fue que la muerte de mi abuelo fue la punta de algo que se había generado en mi hace años pero que nunca había querido asumir y ver. Yo estaba roto, lo sabía, pero no sabía cuan roto estaba y cuánto iba a ser capaz de soportar Jimin de mi.

También Jimin estaba roto. Era pesimista, exagerado en un punto, si a mi algo me dolía a él lo hacia el doble y esa era una de las críticas que siempre le hice pero que él nunca capto. O mejor dicho, él era así y yo lo amaba de esa forma y todo. Creo que en el fondo Jimin estaba igual o peor de roto que yo, pero mi egoísmo siempre me hizo pensar que el más herido era mi corazón, no el suyo.

>>All my loving<< JINMIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora