>>All my loving<< JINMIN.

Capítulo 6: Agust D es mi idol. Jimin es mi amor.

Jin 25/ Jimin 26

Las cosas eran igual o peor.
Yo seguía sin conseguir trabajo y en la universidad no me iba bien.
Jimin había renunciado a su trabajo y había empezado a trabajar con su padre. Odiaba trabajar con su padre pero al menos lo ayudaba un poco.
Me asustaba mucho la dependencia emocional que Jimin tenía conmigo, no quería lastimarlo pero sentía que cualquier cosa que hacia podía potencialmente herirlo. Jamás lastimaría a Jimin, no quería hacerlo. Yo no salía de casa, me estaba aislando de a poco, no tenía mucha noción de lo dañino que me había vuelto. En mis pocas palabras, con mis amigos y familia seguía actuando igual, pero no estaba bien, todo era un acto. 

Su olor, su rostro, la suavidad de su cabello, todo de Jimin era hermoso.
En mi estado de abandonó decidí buscar algo nuevo quizás música nueva, siempre tuve tendencia a fanatizarme con músicos, tuve mi temporada de AC/DC, The Beatles, Eminem e incluso otros estilos como Ed Sheeran. Pero aunque tenía conocimiento de algunos raperos nunca me gusto tanto uno como Agust D. En ese momento en el que creía que todo era una mierda Agust D estaba ahí para mi, o mejor dicho, Min Yoongi. En ese punto estaba muy loco, sabía que amaba a Min Yoongi hasta con la más mínima célula de mi cuerpo. Jimin se ponía celoso. Cuando fui a un concierto de Yoongi recuerdo que casi nos separamos. Él estaba seguro que yo me iría con Yoongi, como si Yoongi se fijará en un fanático.
Yo amaba a Yoongi pero el amor y devoción que tenía por Yoongi era por sentirme identificado, además de que el hombre era y será siempre hermoso, era lo más cercano a mi tipo ideal. Era lo más cercano pero no era amor de la misma forma que sentía amor por Jimin.

Por Min Yoongi podía pensar en bajarle hasta la Luna por Jimin creía que él era un satélite para mi, aunque nunca se lo dije.  Por Min Yoongi volví a salir de mi casa.

Hay tantas cosas que nunca le dije a Jimin, mi universo no giraba a su alrededor, pero si era una parte importante, en tantos años a mi lado, se había vuelto una parte de mi y yo sólo creía que lo lastimaba, aunque siempre me negó ello.
Jimin me besaba y lograba que me estremezca, Jimin dejaba que lo haga suyo y sentía todo junto, cuando quería lo cual no era siempre, pero cuando ocurría se sentía único. Jimin aceptaba que a veces pasemos horas sin hablar.
Pero todo se volvío chocante y fuerte. Recordaba el día claramente, era una de esas tantas visitas al hospital de las que solía tener.
Deseaba tener una enfermedad terminal, lo deseaba con mi vida para alejar esos pensamientos, observaba las vías del tren.
Vi como el tren paso justo frente a mis ojos, el viento despeino mi flequillo.
Si hubiera llegado un segundo después...
Me sente coloque mis auriculares y comencé a llorar. Era el fin, había tocado fondo.

Los siguientes meses no fueron más fáciles. Me recomendaron terapia a la cual fui.

-Te hablaron mal de mi seguro. La terapeuta pidío que me dejes.-Y ahí estaba de nuevo, él seguía sin entender que lo que estaba mal era mi vida, no la suya.
-No eres tú Jimin. Soy yo. Yo estoy mal.-Me miraba con sus ojitos de cachorro.
-Eso dices para dejarme.-
-No voy a dejarte.

No iba a dejarlo.