El bosque (Especial navidad y año nuevo)

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La nieve caía en Bled, una pequeña isla a mitad del enorme lago. El agua ya estaba congelada y para lo que tenían para cruzarla hacia la isla con las cabañas era un puente hecho de madera de los pinos. Pinos por todos lados, grandes montañas que eran cubiertas por gran parte de la nieve

Un grupo de amigos habían ido de vacaciones para pasar la navidad y el año nuevo reunidos en familia, habían rentado una gran cabaña para todos ellos. Era un grupo de millonarios que se podían dar lujos de ir a lugares así. El mayor del grupo era un erizo negro de betas rojas y penetrantes ojos carmesíes quien era acompañado de su bella esposa, una eriza blanca con púas caídas y largas, un fleco alborotado de tres picos acompañado de una beta color café, bellos ojos cafés claros y un perfecto cuerpo; ella era cinco años menor que el moreno.

También los acompañaba un erizo azul de ojos verde esmeralda junto con su novia, una eriza rosa. Una sensual murciélago y un equidna rojo.

– Traes demasiadas cosas para un simple viaje de unos días, ¿No crees Ames? – Cuestionó el azulado mientras dejaba las maletas en la habitación en la que dormirían.

– Traje lo necesario, cariño. – Sonrió la rosada comenzado a acomodar todo en su lugar – Además, tendremos una cena de navidad y de año nuevo, es obvio que tendré que lucir bella para esos días.

– Tú eres bella con todo que te pongas... – La trajo hacia él y la beso con mucho cariño – No tienes idea de lo hermosa que eres... – Susurró entre besos

– Te amo... – Sonrió dándole un pequeño beso en sus labios – Ahora ayúdame a desempacar y acomodar todo.

Knuckles y Rouge estaban acomodando todo en su habitación, solo que solían discutir debido a que ambos tenían el temperamento fuerte y también tienen diferencias en varias circunstancias, pero ya era algo normal en ellos que hasta para arreglar las cosas era haciendo el amor durante toda la noche.

En otra habitación estaba Shadow y Verena desempacando, llevaban 10 años de matrimonio y era uno muy sano, ambos se sabían respetar, darse su lugar. Para muchos de sus amigos era un matrimonio perfecto, aunque ellos no lo decían lo mismo, definían su matrimonio como "normal".

– Oh no... – Exclamó la eriza blanca mientras cerraba sus ojos poniendo su mano en su frente.

– ¿Qué sucede? – La miró con el ceño fruncido dejando de hacer lo que hacía.

– Olvidé mis pastillas por si me enfermaba. – Suspiró sintiéndose molesta consigo misma.

– Oh no, mi amor... – Tomó de su maleta una pequeña bolsa sacando unas pastillas – Yo las empaque. – La eriza blanca lo miró sonriendo.

– Eres el mejor. – Dijo con gran entusiasmo. Era común que a ella se le podía olvidar algo, pero su esposo siempre se percataba de ello que siempre la ayuda.

– Somos un equipo. – La besó con mucho cariño.

Más tarde, todos estaban paseando por la pequeña isla, la vista hacia las montañas era increíblemente bello aun que estaba muy helado, pero ellos llevaban los abrigos suficientes para no pasar tanto frío.

La nieve comenzó a caer haciendo del lugar aún más hermoso.

– Debemos empezar a preparar todo para la cena. Será una excelente navidad. – Dijo con entusiasmo la rosada.

– No olviden que debemos evitar que el olor de la comida salga para evitar que llegue algún oso. – Comento la murciélago.

– Que lo haga, se las verá conmigo. – Amenazó el equidna mientras golpeaba su puño izquierdo con su palma derecha.

– Solo no grites como mujer. Como aquella vez que confundiste el broche con una tarántula. – Comentó el azulado, en ese momento comenzaron a reí y el equidna tan solo se quedó serio y molesto.

– Su cara fue de lo mejor. – Comentó la murciélago sin dejar de reír.

– Ya, ya. Ya entendí. – Bufó con gran molestia el equidna.

Shadow tan solo rió un poco, miró a su derecha y vio a su esposa de pie admirando el paisaje que tenía frente a sus ojos. Se acercó un poco sin hacer ruido, tomó su cámara y comenzó a tomarle fotos, era algo que siempre acostumbraba cuando Verena estaba distraída o era por voluntad propia, amaba fotografiar a su esposa.

– Creo que... Está me gustó mucho. – Hablaba mientras se ponía a lado de ella mirando la fotografía en la cámara. Su esposa miró la cámara y rió un poco sonrojándose.

– ¿Te diviertes acosándome? – Ambos rieron y se abrazaron de lado, ella recargó su cabeza en el hombro de su esposo. – Es hermoso, ¿No?...

– Lo es, – sonrió un poco – no sé porque nunca supimos de este lugar antes.

– Todo es a su debido tiempo, amor. – Sonrió para verlo y ambos se dieron un beso.

Durante la cena, la habían pasado muy bien, la cena fue preparada por Amy y a todos les gustó lo que se había preparado. Amy era una excelente cocinera y ella amaba cocinar, más en ocasiones especiales que es cuando explota aún más su talento.

Tenían música puesta y quienes bailaban era Shadow y Verena, ambos amaban bailar juntos y podían bailar lo que sea, incluso habían bailado un poco de tango, uno de los bailes preferidos de Shadow. Se habían sentado para descansar y seguir platicando con los demás disfrutando de la navidad.

– ¿Qué onda, azul? – Se sentó a lado de él mientras se servía una copa de vino.

– ¿Disfrutaste del baile? – Lo miró de forma tranquila.

– Desde joven he amado bailar, y bailar con Vanny lo hace mucho mejor. – Sonrió al verla mientras ella platicaba y reía con las otras dos chicas – ¿Dónde está Knuckles?

– Fue al baño, creo que le hizo daño comer tantas uvas.

– ¿Uvas? – Cuestionó con asombro y miró hacia la mesa, el azulado lo miró de manera confusa – Maldito hijo de puta...

– ¿Eran tus uvas?

– Las traje para Verena, ella ama las uvas y la quise sorprender... – Suspiró – Ya verá ese maldito equidna. – Se puso de pie, pero el azulado lo detuvo rápidamente.

– Mejor espera hasta mañana, – sonrió algo nervioso – es navidad y no queremos arruinarles la noche a las chicas ¿O sí?

– ¡Ya es navidad! – Dijo energéticamente la rosada mirando la hora en su reloj de muñeca y ellas comenzaron a abrazarse dándose buenos deseos.

– Tienes razón, azul. – Lo miró – Espero que no vayas a detenerme cuando vaya hacia él. Feliz navidad, azul. – Se sonrieron dándose un abrazo.

Al separarse se fueron con las chicas para abrazarlas y agradecer el que estuvieran juntos en esta noche tan especial.