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Ambos erizos caminaban de regreso, habían descansado un poco y ya se encaminaban para ir a la cabaña, sin embargo, no podían evitar detenerse al ver algo que a ambos les gustara y mereciera una foto.

Pero algo más los hizo detenerse, eran otros pasos acompañado de un ligero rugido.


– No te muevas... – Susurró el moreno.


Ambos se pusieron alerta esperando lo que debía pasar. Y así fue, salió un oso a lado de ellos dando un gran rugido, ambos corrieron en dirección contraria a las cabañas, no correrían hasta allá con un oso detrás de ellos, así que primero debían desviarlo y deshacerse de él.

Arrojaban piedras al oso sin dejar de correr, no contaban con algún arma para matar al oso, tan solo piedras que solo funcionaban para golpear al oso, pero no detenerlo.


– ¡Por aquí! – Gritó el moreno tomando de la mano al azulado y ambos se dirigieron a una parte del bosque donde las raíces de los árboles salían impidiendo el paso para algo grande.


Ellos pudieron entrar con un poco de dificultad, pero el oso no, tan solo pudo meter una pata intentando atraparlos o al menos rasguñarlos, por fortuna ellos lograron alejarse a tiempo. El oso comenzó a caminar dando vueltas por donde entraron mientras rugía, estaba desesperado, los chicos estaban cansados debido a que el camino que corrieron era de subida.


– ¿Estás bien?... – Preguntó el moreno respirando agitado.

– Si... Lo estoy... – Dijo de la misma manera que el mayor – ¿Y tú?... – El moreno tan solo asintió mientras se sentaba – Estuvo cerca... – Mencionó y bebió agua, al terminar paso la botella al moreno y bebió también – ¿Te fijaste por donde nos fuimos?

– No... – Respiró hondo – Mi mente se enfocó en escapar de ese maldito oso...

– No podemos salir de aquí, debe estar esperando a que salgamos para atacarnos... – Se sentó en una roca abrazándose un poco debido al frío – O tan solo va a esperar a que nos muramos de frío aquí y entrar para comernos... Conoce el bosque... Es un maldito genio.

– No digas idioteces. – Lo miró y suspiró un poco – Se van a preocupar si no llegamos antes...

– ¿Trajiste tu teléfono?

– No, – miró a su alrededor – ni siquiera hay señal en este lugar.

– Creo que pasaremos la noche aquí... – Dijo el azulado tratando de entrar en calor.

– Supongo que si... No hay de otra. – Miró su reloj – Son las 6:00, no tardará en oscurecer... – Miró al azulado que comenzaba a temblar por el frío – Buscaré leña para prender el fuego. – Se puso de pie, se quitó su chamarra y se la puso al azulado, pero el azulado reaccionó al sentir que le había puesto algo.

– Hey n-no... – Lo miró – T-e dará... F-frío...

– Lo necesitas más tú. – Dijo sin mirarlo y fue en busca de la leña.


Más tarde, ya había oscurecido por completo, Shadow había prendido la fogata para que Sonic pudiese entrar en calor y evitar que se enfermara. No habían escuchado al oso, pero aun así no se querían arriesgar en salir sin tener buena luz que los alumbrara en el camino.


– ¿Ya estás mejor?... – Preguntó y el azulado asintió con una ligera sonrisa – Queríamos revivir las viejas aventuras... Y aquí estamos...

– Es la primera vez que nos perdemos y en tiempo de frío... – Miró nuevamente a la fogata – Será mejor que descansemos...

– Duerme, yo aún estaré despierto. – Colocó un poco más de leña en la fogata – Descansa, Sonic.

– Buenas noches, Shadow. – Sonrió un poco.


El azulado se recostó en el frío suelo y se acomodó como pudo, cerró sus ojos para dormirse, pero no pudo, a pesar de estar cerca de la fogata le comenzaba a dar frío en la espalda y eso le provocaba el temblor.


– Eh Sonic... Amm... – Se rascó la nuca y el azulado abrió los ojos para mirarlo – Va a sonar raro esto, pero si quieres puedo recostarme detrás de ti para evitar que tu espalda se enfríe y te enfermes.

– S-solo no men-cionemos nada... Acerca de esto...


Shadow asintió y se levantó para irse a recostarse con Sonic. Se puso detrás de él pegando su cuerpo con la espalda de Sonic, en la famosa posición cucharita, pero evitando rosar sus partes en el trasero del azulado. Lo abrazó un poco dándole parte de su calor, Sonic se sintió cómodo y su cuerpo entró en calor.

Ambos se quedaron dormidos.

El bosque (Especial navidad y año nuevo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora