Cap. 11 Deshojando un girasol (parte 1)

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Eran contadas las veces que Isabella se levantaba temprano, bueno, más de lo normal. Se alistó para ir a clases y fue a buscar a Phoebe.

Al llegar a la casa de Matt...

--¡Hola Bells! –el moreno (como siempre) ya estaba vestido y listo para irse a trabajar, pero había decidido esperar a su papá y acompañarlo hasta su trabajo; pero aun así le sorprendió ver a la morena tan temprano. Y en su casa- no esperaba verte hoy. Bueno... al menos no tan temprano

--bueno, vine a buscar a Phoe. Se supone que estaría lista

--mis primos están de visita y ayer Arthur y ella se quedaron hablando un poco tarde. Capaz y se quedó dormida... pero ella ya no vive aquí, ¿recuerdas? Está en su casa

--¡Coye vale, verdad! Se me había olvidado. ¿Quieres venir conmigo? Si voy yo sola capaz y ni se para

--¡Jajajaja! ¿En serio? –Ambos jóvenes cruzan la calle hacia la casa de Phoe-

--la otra vez me ignoró, en todo el contexto de la palabra. No atendió el teléfono, no contestó al golpe de la puerta, y no me escuchó cuando le grité. La carajita estaba durmiendo como un oso–llegan a la puerta de Phoebe y tocan varias veces. Sin respuesta-

--/no va a bajar/ -dijeron ambos y se rieron-

--bien, mejor intentemos con los gritos debajo de su ventana

Dicho y hecho. Ambos rodearon la casa y al estar debajo de la casita el árbol Matt gritó, pero no surtió efecto alguno.

--esto no funcionará –dice Bells- ¡Y debemos estar en el liceo en 1 hora! ¿Cómo se le pudo olvidar?

--¿Qué cosa?

--Hoy comienza la venta de entradas para el baile, y los de 5to año debemos ser de los primeros en comprarlas. Phoe ha estado tan emocionada por eso toda la estúpida semana...

Al moreno se le prende el foco y le dice a la pelinegra, mirando al árbol:

--...dame 5 minutos

Isabella ve, incrédula, como el joven escala el árbol, sin entrar a la casita, sino rodeándola y usando las ramas más gruesas como puente para alcanzar la ventana de Phoebe.

--¡¡Ten cuidado!! –le grita ella-

--Tranquila, ya hice esto una vez...

Matt abre la ventana y entra sin problemas.

La habitación de Phoebe era un caos. Pero uno organizado: su escritorio tenía cuadernos y libros apilados, con páginas marcadas por notas adhesivas (probablemente cosas del proyecto). Su espejo de cuerpo entero estaba cubierto por su uniforme del liceo y del trabajo (que había usado ayer), por el piso estaban regados casi todos sus zapatos. Y la cama no estaba mejor: alrededor del bulto que era Phoe había uno que otro peluche y/o almohada (las que no habían terminado en el piso) y la cobija estaba, mitad en el piso, mitad cubriendo a Phoe, quien también parecía que se fuera a caer.

Matt se echó a reír.

--Tú no cambias, ¿verdad, Phoe?

El chico se acerca e intenta despertarla, moviéndola un poco, cosa que no surte efecto alguno, así que Matt decide acercarse a su rostro dormido.

Phoebe tenía todo el pelo sobre la cara, baba en el lado izquierdo de su boca y aun así, el chico sonrió al verla. Le acomodó el cabello, y mientras le colocaba un mechón de cabello detrás de la oreja, le dijo al oído...

--¡¡¡DESPIERTAAAAAAAAAAA!!!

La castaña se despertó de golpe y rodó de la cama, pero esta vez, fue atajada por el moreno.

Quiero Que Seas Feliz (QQSF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora