CAPÍTULO 1

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Estaba harto de todos y de todo

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Estaba harto de todos y de todo.

Desde que habían salido de vacaciones por fin de año, sus compañeros y los idiotas de sus "amigos" se habían vuelto más molestos que nunca arrastrándolo a todos los lugares con el pretexto de que debía distraerse más seguido.

Lastimosamente para él, no podía hacer nada contra eso, esta vez ni la excusa de que debe estudiar lo salvaba: todo aquello por ser fin de año y... bueno... estaría mintiendo si dijera que no disfrutaba para nada pasar tiempo con esos idiotas.

Los mismos idiotas que ahora se encontraban riéndose al ver como Denki trataba de pedirle el número a la joven mesera del restaurante en el que se encontraban.

Esa escena si que le era divertida al cenizo.

—¡Mina! ¡No seas cruel! ¡Su dignidad ya esta más que enterrada! —Se escuchó la voz de un pelirrojo que, a pesar de decir aquello, era el segundo que más se reía después de la pelirrosa misma.

—¡El dijo reto! ¡No podía desaprovechar una oportunidad así! —respondió Ashido.

¿Pero por qué tanto escándalo?

Simple, Kaminari había ido a pedirle el número a la joven y hasta ahí todo bien... o todo estaría bien si el ojimiel no tuviera maquillaje por toda su cara pareciendo un payaso, no, ni siquiera un payaso ya que estos, por lo menos, se maquillan bien.

—Los odio a todos —dijo el rubio eléctrico después de no haber podido conseguir el número y haberse resignado a volver a su asiento—. ¡Después de esto seré la burla de todos!

—No fue tan malo... —agregó el pelinegro dándole una servilleta para que se limpiara—, solo recuerda no aparecerte de nuevo por aquí y listo.

Y aquello fue el detonante para que las risas de Kirishima y Ashido volvieran a hacerse presentes opacando los quejidos de molestia al igual que los reclamos de Denki.

—Bueno, hay que dejarlo en paz por ahora... ¡Todavía hay bastantes tiendas que quiero ver! —anunció la pelirrosa levantándose de su asiento y alzando uno de sus brazos para después encaminarse hasta la salida del restaurante, vale decir que se llevó un gruñido, por parte del cenizo, en respuesta—. ¡Andando, chicos!

—¡Hey, Mina! ¡No es justo! ¡Ahora te toca a ti cumplir mi reto! —Kaminari se levantó rápidamente para después perseguir a la chica que se había ido corriendo—. ¡Mina, regresa aquí!

El pelinegro, después de unos segundos, también se había ido detrás de esos dos —evitar que se mataran era su objetivo— dejando solos a cierto par de jóvenes de ojos escarlata.

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