Los omegas eran criaturas hermosas que además poseían el don de dar vida por lo que eran muy valorados, pero no cualquiera podía tener derecho a unirse a una, solo los más grandes y valientes guerreros podían acceder a dar una petición al dios de la vida para dar una prueba donde se vería si merecían o no el derecho de conquistar a uno de los tantos omegas que habitaban en la montaña sagrada.
Muchos hombres a lo largo de la historia habían querido secuestrar a uno de esos omegas, incluso habían tratado de quemar la montaña sin éxito, las reglas no podían ser quebrantadas, en ese lugar existió un omega muy hermoso, muchos decían que era el hijo más amado de dios, tenía el color del sol en sus cabellos, y sus ojos eran el vivo color de la vida.
Pero ese joven no se sentía amado, sentía que había caído una maldición sobre él, estaba a punto de cumplir los veintitrés años, había tenido muchos pretendientes desde que se permitió aspirar a uno cuando recién tenía 13 años, pero nada, la regla decía que una vez que el guerrero alfa o beta era aprobado para conocer a numerosas señoritas y señoritos en edad casadera, podía pasar diez días conociéndolo (a) y cuando estuviera seguro que esa sería su pareja eterna, debía enfrentar una prueba la cual al ser cumplida se le otorgaba en matrimonio la mano del omega escogido.
Y ese precisamente había sido su problema, muchos lo cotizaron, escucho muchas promesas de amor, y dio innumerables despedidas a hombres que prometieron regresar una vez superada la prueba, la primera vez que espero, estaba ansioso, esperaba que al igual que cada omega que esperaba, su amado llegara, cuando fue su primera propuesta espero al pie de la montaña en un templo especial junto a los demás omegas escogidos, vio como a ese lugar iban llegando poco a poco las parejas de sus compañeros, cuando quedo solo en ese lugar pasando varios días, lloro, fue la primera vez lloraba sentía su corazón rasgarse, pero siguió esperando diciéndose que seguro como era uno de los hijos favoritos de dios la prueba de su pareja tardaría un poco más, y entonces cuando uno de los sacerdotes del lugar le dijo que estaba empezando una nueva temporada supo que la persona que le prometió regresar no lo haría.
Al principio estuvo triste y fue consolado por otros omegas a los que les había pasado una situación similar, pero le daban ánimos diciéndole que tal vez no era la pareja adecuada, que no todos los omegas iban con el primero que los pretendía, que dios era sabio y cuando su pareja llegara seria la persona más feliz del mundo.
Y así temporada tras temporada, conocía a alguien nuevo, alababan su belleza, y a veces trataban de tocar de más, siempre rechazo esos avances, y no entendía por qué la urgencia de querer tocarlo, según sabia se les había comunicado que no podían tocarlos, solo debían hablar para conocerse, muchos no duraban los diez días, se marchaban al tercer día para hacer la prueba y no los volvía a ver, ahora en esa edad ya no espera nada, creía que tal vez su destino era quedarse de por vida en el templo para instruir a las nuevas generaciones, había empezado a aprender el funcionamiento del templo, sobre todo como cuidar de los más pequeños, no sabía si era su naturaleza la que añoraba a los niños pero le agradaba pasar tiempo con ellos, corriendo y jugando por los campos, consolarlos cuando se lastimaban, cantarles una canción de cuna, incluso le bastaba mirarlos de lejos, a veces acariciaba su propio vientre sin darse cuenta y cuando se percataba volvía a llorar, sintiéndose despreciado y odiado por dios, tal vez estaba pagando algún crimen y por eso no le permitían el regalo del amor.
La nueva temporada estaba empezando, pero él no tenía ánimos de ir, que más daba seguro otro hombre lo vería alabaría su belleza le haría muchas promesas y después no lo vería más. Por eso se hallaba sentado en la colina sintiendo el aire aun cálido darle una sensación placentera.
-aquí estas te he estado buscando-dijo un omega pelinegro que al igual que él ya tenía mayor edad-los aspirantes están aquí
-no entiendo cómo puedes seguir manteniendo las esperanzas, hay muchísimos omegas más jóvenes y bellos es obvio que no nos escogerán
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MI AMADO
FanfictionPara tener derecho a unir su vida con ese omega debe pasar una dura prueba. ¿podrá superar la prueba o será solo uno mas de aquellos que prometió volver? historia corta omegaverse