Capitulo 4

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Había regresado al templo con mucho esfuerzo su pierna dolía, pero no creía que estuviera rota, se cambió rápidamente poniéndose encima varias mantas para conservar el calor, ya casi era hora de que las primeras personas se levantaran a desayunar pero él no quería saber nada en ese momento, sabia que tal vez pronto Yuuri iría a buscarlo si es que no lo estaba haciendo desde hace rato que había escapado de su habitación.

¿Ahora como enfrentaría a Otabek? ¿acaso podría volver a verlo de la misma forma que antes de que ese enterara de todo? Su cabeza era un lio, una parte le decía que no debía perdonar a nadie le habían mentido lastimándolo, pero la otra le decía que debía escuchar primero la explicación que le darían, su corazón no quería aceptar que solo era una mercancía que comprar, eso había entendido en primera instancia por que no se detuvo a escuchar todo, estaba decidido encararía a Otabek y si solo buscaba obtenerlo como a un objeto era mejor saberlo ahora, él no quería compartir su vida con alguien que lo hiciera sentir de ese modo.

Bien se dijo estaba decidido, pero primero tenia que atender esa pierna que le empezaba a doler horrores, como pudo detuvo a uno de los omegas que pasaban por ahí pidiendo ayuda, avisaron al sacerdote principal que fue corriendo a atenderlo.

- ¿Cómo te hiciste esto? -pregunto muy preocupado el sacerdote vendando el pie que afortunadamente solo sufrió una torcedura

-me caí en el bosque

- ¿y que hacías en el bosque?

-sacerdote, quiero preguntarle algo-dijo ignorando la pregunta

-dime pequeño

- ¿en serio el dios del que nos hablan nos ama tanto como dicen?

El sacerdote se lo quedo mirando severamente no le parecía correcto lo que estaba insinuando el rubio, volteo a verlo dispuesto a regañarlo, pero en vez de verlo como el rubio orgulloso y rebelde que se mostraba siempre, ahora lo veía en una pose tímida, y con una mueca dolida de su rostro, entonces supo que algo no estaba del todo bien

-no hay motivo por el que debas dudarlo

-entonces ¿Por qué? ¿Por qué nos engañan diciéndonos que los aspirantes buscan amor? -al ver la mirada confundida decidió que debía ser claro o jamás obtendría respuestas-lo sé todo, que solo nos escogen como mercancía de lujo, que pagan por nosotros...porque... ¿por qué nos lo ocultan? -dijo derramando lagrimas que no podía parar

-de acuerdo-dijo el hombre de forma tranquila-seguro yuuri te lo conto, por que lo hizo no lo sé, pero seguro como siempre eres impaciente no terminaste de escuchar la explicación-dijo haciendo una pausa larga para meditar sobre las palabras que usaría, no quería herir mas al omega rubio-¿sabes por que solo hay pocos aspirantes que son aceptados?-al ver la negativa continuo-veras solo hay pocos por que son escogidos de acuerdo a sus capacidades, lo que importa es que tengan la fuerza y el valor de protegerlos, tal vez no lo sepas con certeza pero existen muchos otros templos donde hay omegas, y también aparte de los templos existen pueblos donde habitan en conjunto los tres géneros, pero no siempre son pacíficos, fuera de este lugar resguardado existe la violencia, innumerables casos de violación y asesinato de betas y omegas, venta de esclavos, personas que son obligadas a vivir con alguien a quien no aman, obligadas a dar hijos que no quieren, por eso deben ser capaces de protegerlos si deciden ir fuera

-y el pago?-pregunto aun dudando

-el pago no lo decidimos nosotros, quien se encarga es una oráculo, ella será el enlace con dios y les dira el precio a pagar, muchas veces es una especie de dote, que sirve mas que nada para el cuidado del templo, otras un viaje, encontrar algo, salvar algún lugar, existen muchas formas de pago, pero es solo una prueba para demostrar que tan capaces son y que vale la pena dejar a su cargo a uno de nuestros preciados hijos.

-pero-dijo mirando al sacerdote-si no nos venden no se por que ellos se arriesgarían por nosotros en diez días no se si ame a esa persona tanto como pasar el resto de mi vida junto a el o que el me ame

-se que tal vez pienses que es muy poco tiempo para saber que esa persona estará junto a ti, pero creeme cuando te digo esto rara vez uno de nuestros pequeños ha sido infeliz una vez que consigue una pareja

-y todos los pretendientes que no regresaron?

-significa que no fueron dignos de unir su vida a la tuya

-ya veo-dijo más calmado-y puedo hablarlo con Otabek

-puedes, pero debes jurar que no divulgaras esto, pienso castigar a Yuuri por haberte contado

-no, espere no lo castigue, es mi culpa yo lo espié mientras hablaba con el alfa canoso

-solo por esta vez le daré una advertencia-acaricio la mejilla del omega para después acariciar sus cabellos- escúchame bien Yuri tú puedes decidir, habla con el alfa que te pretende, si no te sientes seguro puedes rechazarlo, pero si sientes que es el indicado tomate estos pocos días que quedan para que se conozcan mas

-gracias sacerdote, lo hare, hablaremos y decidiré

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Se encontraba sentado en el mismo lugar donde conoció por primera vez a Otabek, a su lado estaba el pelinegro igual en silencio, el sacerdote le había informado que Yuri se había enterado de como funcionaba todo y no lo había recibido muy bien, era un silencio pesado e incomodo y ninguno hallaba la forma de romper esa tensión.

-yura-dijo al fin Otabek- se que no te ha gustado saber como se maneja esto, pero debes confiar en que nunca te vi como un objeto o un articulo de lujo para comprar

-ya no estoy seguro de nada-dijo cabizbajo-beka tu me amas?

-yo te amo-dijo haciendo que el rubio lo volteara a ver- aunque no lo creas y pesar de que no confíes te amo y te amare, eres todo lo que siempre busque 

-beka...-dijo conteniendo las lagrimas, ultimamnete lloraba por todo y eso lo hacia sentir débil, pero no quería mostrarse así frente a ese hombre

-que puedo hacer para que me creas-dijo sonteniendo entre sus manos el rostro de yuri haciendo que ambas miradas se cruzaran

-dime la verdad...por que estas aquí...porque me escogiste

-siempre te he dicho la verdad, si no te dije antes lo que me preguntas es porque estaba prohibido, he sido aspirante varias veces en varios templos, pero jamás había encontrado a nadie que me hiciera sentir algo, cuando vine aquí pensé que seria lo mismo...-suspiro-...pero entonces te vi, aquí sentado mirando al cielo, te veías tan hermoso, sentí que un aura te rodeaba y camine sin pensarlo hacia ti

-entonces te gusta mi físico-dijo jugando con sus dedos nervioso

-me gusta Yuri...un chico fuerte y rudo, ágil como un gato, divertido y algo huraño, el Yuri que me gusta es grosero y mal hablado-Yuri le dio un golpe en el brazo-y además como un bonus extra el Yuri que amo es hermoso, y tiene una mirada preciosa llena de vida y valentía

-yo...-dijo conmovido-yo no sé... creo que me gustas, pero me han roto el corazón muchas veces así que yo no sé si puedo amar todavía

- si sientes que no puedes amar, te daré mi corazón para que sientas lo que yo siento por ti, te daré mi vida y mi alma, estarás siempre seguro de que te amare por que tu los resguardaras

-no es justo-dijo abrazándolo-porque siempre me dices lo que quiero escuchar

Otabek sonrió, alzo el rostro de Yuri para que se vieran, y de sus labios salió una frase tan sincera que enterneció a Yuri

-siento que eres mi destino ¿y tu yura?

No hubo mas palabras de ninguno, Yuri lo miro y aunque sabia que estaba prohibido unió sus labios a los del pelinegro, un beso carente de lujuria que solo transmitía amor, y entonces Yuri lo sintió, sintió que Otabek era su destino, si era él estaba dispuesto a arriesgar su corazón una vez más.


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