MI AMADO

Fin

Hola a todos los que leen esta historia solo pasaba a decirles ¡¡felices fiestas a todos!! ¡¡que tengan un excelente inicio del año!! Y se la pasen bonito

Gracias por acompañarme en este tiempo y a punto de finalizar el año esta pequeña historia llega a su fin.

Quiero agradecer a todas aquellas personitas que votaron y leyeron

Primero en especial gracias a @yosimi123 que fue de las primeras personitas que tuve en esta historia y la primera en comentar

muchas gracias, en serio me anima cuando me comentan, aunque aún soy demasiado tímida para contestar y lo pienso mucho y divago y se me pasa el tiempo....

Y también muchas gracias a: 

@andra_dotter

@leonela_ArmyElf

@liriko03

@AomeGilbert123

@amandoelyoi

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Decir que había sido sencillo recuperarse seria una total mentira, en los primeros días que pasaron cuando regreso al templo se había convertido en una persona que solo lloraba, no comía ni dormía pese a la preocupación que mostraban todos, nunca lo habían visto comportarse de esa forma y más de uno de sus compañeros eran contagiados con la tristeza y el dolor que el rubio mostraba, duro cinco días así cuando de repente todo ruido había cesado, al asomarse vieron su cuerpo tendido en el suelo, alarmados pensando que se había echo daño hubo una movilización tan grande que incluso llamaron a un medico del pueblo, el medico había aplicado acupuntura como terapia, además de muchos líquidos y sopas que se le administraban con una gasa al estar débil.

Entonces después de tres días donde el rubio se mantenía dormido despertando pocos minutos donde se le daba comida y agua, al cuarto día abrió los ojos como si nada hubiera pasado se sentó con ayuda y comió en silencio por su cuenta, dejando a todos incrédulos por ese comportamiento.

Habían pasado cuatro meses y apenas empezaba a retomar poco a poco su rutina diaria, la única diferencia era que a pesar de las innumerables visitas que tenia de Víctor y Yuuri no habían podido sacarle una sola palabra o un gesto por mínimo que fuera, lo que les había dicho el sacerdote era que probablemente esa era la forma de Yuri para lidiar con su dolor.

Oficialmente Yuri se había retirado de la búsqueda de una pareja, ya no lo veía necesario, había entregado por completo su amor a una persona, una persona que no volvió pero que aun así sabia que era la única que amaría, no podía simplemente reemplazarlo.

Empezó a dedicarse a tiempo completo en el cuidado del templo, dejando de lado las visitas que lejos de hacerlo sentir mejor lo lastimaban, por lo que les pidió por medio de una carta que le dieran tiempo y cuando estuviera listo él iría a verlos, Yuuri se opuso, pero Víctor lo convenció de respetara su decisión.

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Caminaba cargando una pesada canasta con ropa recién lavada que tenia que colgar, se dirigió al patio donde estaban los tendederos, cuando por fin llego bajando la canasta al suelo soltó un suspiro pasando su mano por su frente limpiando un poco el sudor por el esfuerzo.

Mientras colgaba la ropa hacia breves pausas para ver a varios niños que jugaban con una pelota, amaba esa época infantil, donde los niños eran libres y no se preocupaban de cual seria su futuro, entonces sintió un jalón en el mandil que llevaba al voltear vio a uno de los niños más pequeños, se agacho para ponerse a su altura dándole una pequeña sonrisa, el niño solo lo abrazo y Yuri se mostró extrañado, pero correspondió el abrazo.