Capitulo 6

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Para Yuri esos últimos días juntos fueron los más felices que había pasado desde que tenia memoria, deseaba que nunca acabaran, pero sabía que era imposible, por fin era el día en que debía de partir.

Fueron guiados al templo al pie de la montaña casi no quedaban omegas en espera, eran solo cinco entre ellos Yuuri y él, se despidieron de los alfas, los tres omegas lloraron y aunque los alfas se contuvieron pequeñas lagrimas se asomaron, juraron volver, caminaban despidiéndose y ellos se quedaron en la puerta hasta que ya no se veían más, quedándose un poco mas hasta que los obligaron a entrar al templo.

A los cinco días escucharon es sonido de una campana que indicaba la llegada de un aspirante, se levantaron dejando su desayuno a un lado para ver quien sería el afortunado, al llegar vieron como dos omegas abrazaban efusivamente a dos betas, regresaron sintiéndose un poco decepcionados pero alegres por sus compañeros.

Muchos días se mantuvieron en calma cuando el sacerdote llamo a parte a guang, pensaron que eran malas noticias pues no habían escuchado el sonido de la campana, pero vieron como el omega abrazo al sacerdote y dando brinquitos emocionado recogía sus cosas.

-chicos ya me voy, mi alfa me espera, les deseo suerte-dijo guang feliz

-nos alegra por ti-respondió Yuuri

-espera-llamo Yuri-porque te llamaron a parte y no sonó la campana

-amm, bueno al parecer mi alfa entro por la puerta del pueblo, que era mas cercana pero ya se dirige hacia acá, entonces iré a encontrarme con el-terminando salió emocionado

Pasaba el tiempo, ahora solo quedaban los dos, Yuuri contaba los días, veinte días en total habían pasado y aunque sabían que tal vez era demasiado pronto esperar que llegaran se empezaron a asomar cada día esperando en la puerta solo tomando algunos descansos para comer y dormir. Trataban de mantenerse calmados el sacerdote los visitaba a diario diciéndoles que no se preocuparan que algunas pruebas tardaban mas que otras, pero eso solo los animaba momentáneamente, Yuri había intentado salir a buscar, pero bajo la amenaza de romper el compromiso con su aspirante tuvo que quedarse quieto a la espera.

40 días, y no tenían ninguna noticia, empezaban a dudar y a veces Yuri encontraba al pelinegro intentando ocultarse para derramar lágrimas acallando sus sollozos. El día numero 47 por fin escucharon el sonido de la campana mientras aun dormían, se pusieron una bata encima y salieron a ver, en el horizonte vieron un caballo casi no podían distinguir quien era, pues el sol que a penas se empezaba a asomar les hacia cerrar los ojos, cuando por fin llego hasta la puerta, solo pudo ver a Yuuri correr hacia el hombre, sabiendo entonces que era el alfa de su amigo.

-Vitya! Vitya!-Yuuri derramaba lágrimas de felicidad y el alfa no se quedaba atrás

-regrese mi amor, regrese-dijo abrazando más fuertemente al omega 

-me alegra por ti-dijo Yuri intentando sonreír, ahora que Víctor había llegado se quedaría solo de nuevo en ese templo y lo odiaba, odiaba la sensación de estar solo en ese lugar a la espera de un aspirante que jamás llegaría, no era lo mismo con Otabek pensó, pero esos recuerdos aun lo atormentaban

-me quedare-dijo Yuuri notando el semblante de Yuri-me quedare hasta que tu alfa llegue, ¿no te importa o si cielo?

-las reglas lo impiden, no te preocupes por mí, ahora debes ser feliz, anda ve con tu alfa y se feliz

-pero...-dijo mirando indeciso entre el alfa y el omega al que consideraba su preciado hermano

-puedes venir a visitarlo en cuando estén oficialmente enlazados-dijo el sacerdote que provoco un susto en los tres al no haberlo notado ¿cuándo había llegado ahí? Pensaron los tres presos aun del susto que se habían llevado-bueno eso si sigue aquí claro, no debes preocuparte de nada Yuuri ahora debemos ir a arreglar los últimos detalles de su enlace

MI AMADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora