Los Ojos del Alfa《ChenMin》#2

• D O S •

Fueron segundos solo unos segundos que se volvieron minutos, tratando de recordar cuanto tiempo se había quedado pensando en el día en que conoció al alfa y más específicamente el momento en el que se dirigió a el. Sonrió de tan solo recordar aquel rostro avergonzado, las palabras que le había regalado incluso la sonrisa que le dejó ver. Aún no podía creer que una sonrisa se viera tan hermosa que llegaba a contagiar una alegría repentina. El alfa era extraño, muy diferente del que había imaginado. Cuán arrepentido estaba de no haber estado el día en que se nombró como el alfa de la manada. Pero Minseok muy pocas veces iba al pueblo y solo lo hacía cuando no había otra opción, odiaba como la gente lo veía ya que era casi insoportable y más aún el contenerse para no saltar sobre ellos.

Como había desarrollado todo eso si tan solo había estando con el alfa unas horas y la mayoría mientras este se encontraba inconsciente.

Caminar le ayudaba a despejarse pero en esta ocasión estaba siendo inútil, no podía dejar de pensar y al mismo tiempo parte de él se rehusaba hacerlo. No tenía caso seguir pensando en el alfa y a pesar de que se repitió lo mismo día tras día desde que había conocido al alfa, volvía de nuevo al mismo lugar. Minseok era consciente de que tenía que parar y esperaba no volver a verlo de lo contrario las cosas no mejorarían para el. Tarde o temprano ese recuerdo ya no significaría nada para el omega y esperaba que fuera de esa manera.

- Enfermero Minseok un paciente quiere verlo, se encuentra en la habitación 6 para una revisión.

- ¿Cuánto lleva esperando? ¿no está el doctor Lee para atenderlo?.

- Fue lo que le dije, pero el lo precisa así.

- Sabe de quién se trata.

- Si - sintió la beta moviendo sus manos incómoda - Es el alfa de la manada, así que no lo haga esperar.

Minseok tardó unos segundos en reaccionar después de que la beta se fuera, escéptico de lo que acababa de escuchar. Se había propuesto olvidar, pero el alfa no le ayudaba en nada para lograrlo. Respiró una y otra vez para tranquilizar su pulso, debía controlarse y mantener la calma antes de ver al alfa. Tener esas emociones después de tanto tiempo hacía que fuera duro tratar con ellas, no tenía caso ilusionarse y mucho menos con el alfa de la manada, jamás lo aceptarían y por seguro que cuando la gente le dijera a JongDae lo que era, también se sumaría.

No, no podía volver a sufrir y todavía estaba a tiempo para que no pasara. Esta sería la última vez que vería al alfa, era lo mejor, porque jamás podría unirse a un alfa por la condición que tenía y eso lo había aceptado mucho tiempo atrás. Su esperanzas de volver a creer en alguien eran casi nulas, aunque lo deseaba sabía que no pasaría. Minseok estaba casi por completo resignado a vivir en soledad.

Estaba listo, no bajaría jamás la guardia ante un alfa y menos ante JongDae. Porque este alfa era el menos indicado, porque ser el omega de un alfa conllevaba cosas que el no podía darle, que jamás podría hacer. Ya no tenía caso pensar en algo que era imposible, solo era una tortura innecesaria para Minseok. No entendía porque le sucedía eso si solo lo había visto una sola vez, era tan frustrante sentirse de esa manera.

- Veo que se encuentra mejor alfa Kim - Minseok mantuvo la distancia al quedarse a unos metros lejos de donde el alfa permanecía sentado.

- Gracias, seguí sus consejos y pude recuperarme, después de todo necesito volver al trabajo lo antes posible - una pequeña sombra de tristeza fue lo que vi el omega en los ojos del alfa al pronunciar las últimas palabras, quería preguntar pero optó por no entrometerse. Nada bueno saldría.

- La enfermera me dijo que vino por una revisión.

- Así es, es solo para que mí madre se sienta mejor y me deje volver al trabajo. Ella ha estado un poco preocupada por mí estos días y no quiero que le pase nada malo, ella ya tuvo mucho - Minseok estaba consciente de ello, sabía sobre el hermano de JongDae y como el pueblo había reaccionado. Los rumores se esparcían con facilidad.