Los Ojos del Alfa《ChenMin》#2

• T R E S •

Había permanecido en silencio mientras veía como las enfermeras trataban las heridas de Minseok. Le habían pedido que saliera y se había negado todas las veces que insistieron, quería estar junto al omega, porque aún estaba preocupado. Minseok aún permanecía inconsciente después de desmayarse al llorar sobre sus brazos. Había dolido mucho cuando lo sintió sollozar sobre su pecho y aún dolía verlo inconsciente sobre la cama. Incluso le sorprendió que le afectara tanto alguien que apenas conocía. Pero no era así, JongDae sabía quien era Minseok aún sin saberlo en realidad. Era un sentimiento que todavía no podía explicar y mucho menos comprender, ¿qué estaba mal con el? ¿El trabajo había ocasionado eso? O la falta de comunicación y tacto con otros omegas que no eran de su familia. Fuera lo que fuera también lo estaba asustando.

- Alfa tenemos que curar sus heridas internas por favor salga.

- Pero, el aún no despierta, esto no tiene que ser bueno.

- No se preocupe solo esta cansado, es producto del shock que sufrió. Él está bien, las heridas no son tan graves pero tenemos que tratarlas y para eso necesito desvestir al enfermero Minseok y usted no puede estar aquí si no es un doctor. Lo siento - no podía refutar ante eso. Era una invasión a la privacidad de Minseok.

- Esta bien, lo siento. Esperaré afuera - se había comportado demasiado mal y lo sabía, pero muy poco le importaba, en verdad estaba algo mal con el. Casi y llegaba a usar su voz de mando una vez mas en el día.

- Tengo que estar loco - susurró estando solo mientras la ansiedad  hacía estragos en él.

El hecho de que no lo dejaran entrar a pesar de que había pasado bastante tiempo lo ponía aún más inquieto. La necesidad de verlo estaba siendo casi ridícula, incoherente. ¿Por que estaba así? Aún la pregunta rondaba su mente. Podía sentir a su lobo moverse inquieto, estaba igual o peor que el. Omega, omega, es lo único que decía en su mente y solo podía ser un omega por quien aclamaba tanto. Estaba por demás preocupado, pero todo lo que había presenciado en la plaza aún permanecía en su mente. ¿De esa manera también había sufrido Sehun? Imaginar a su hermano en la misma situación, solo, sin que nadie pudiera protegerlo mientras que los demás no hacían nada al respecto, lo hizo rabiar. A veces no podía reconocerse así mismo, ¿dónde estaba la parte alegre y juguetón que siempre lo caracterizaba?.

Es cierto, había perdido tanto su soldados, como su mejor amigo. Aún dolía recordarlo y también a su hermano Sehun, de quien todavía no tenía noticias. Ya no era el mismo, no volvería a ser la misma persona. En tan solo un año muchas cosas habían pasado y mientras otro año más estaba a dos estaciones de terminar, no mejoraba en lo más mínimo. Minseok volvía a su mente como algo imposible de desechar, no es como si quisiera hacerlo, claro que no lo quería y eso hacía más extraño todo. Que JongDae solo sonreía cuando pensaba en Minsoek.

- Ya despertó alfa Kim - la enfermera parecía aliviada y contenta cuando se lo dijo. JongDae ni siquiera respondió, en solo un instante había llegado a lado de Minseok. Quien lo veía cansado pero con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

¿Cómo era posible que solo eso hacía falta para volviera a recomponerse? Solo una mirada del omega y sus preocupaciones e inseguridades se habían esfumado como el viento.

- Alfa.

- Minseok - los ojos de JongDae solo mostraban anhelo por escuchar más - Puedes solo llamarme JongDae, me gustaría mucho que lo hicieras - lo deseaba pero no iba a decir algo como eso.

Minseok sonrió y asintió, el omega parecía ser el mismo que conoció el primer día.

- Gracias por todo. Por ayudarme.

- No te preocupes ellas serán sanciones, lo que hicieron no es nada legal y recibirán su castigo por ello.

- Yo... - hizo una pausa. ¿estaba mal ser feliz por el sufrimiento de otros? Porque lo estaba, Minseok no era tan bondadoso como su madre pensaba y no iba a interferir para que las personas que lo habían lastimado no recibieran su castigo - Eres un gran alfa JongDae. Nunca me habían defendido de esa manera, no lo necesito puedo defenderme yo mismo. Pero... por primera vez no me siento tan solo - una media sonrisa se formó en su rostro.