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En el trabajo de encontrar un nuevo dueño para un cachorro, Yoo Kihyun, un alumno común y de familia conservadora, conoce a Son Hyunwoo, un estudiante de último año, presidente del club de natación y conocido por gran parte del alumnado por...
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INCOMPRENSIBLE: CAPÍTULO CINCO
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–Finalmente es viernes.
Jooheon se echó en la mesa de su pupitre y suspiró agotado. Kihyun se estiró, Minhyuk bostezó y Hyungwon se quedó en silencio, asintiendo. Ya era el último día de la semana, el más relajado y tranquilo.
–Ah, es cierto. Lo olvidé.–Jooheon tomó su mochila en un acto rápido, abriéndola y hurgando en su interior. Entonces sacó una bandeja de plástico un tanto pequeña, dejándola sobre la mesa de Minhyuk–Compré donas pequeñas mientras venía al instituto. Se veían bien en la vitrina.
Minhyuk abrió la bandeja y todos se acercaron a mirar. Habían bastantes donas allí dentro, y se veían muy apetitosas. El estómago de Hyungwon rugió y su paladar las pidió con desesperación. Tomó una y la llevó a su boca, clavando los dientes en una porción. Mientras la masticaba, sintió un dulce y sabroso sabor que se deshizo en su lengua. Cerró los ojos y comió el resto. Los demás hicieron lo mismo, disfrutando del delicioso sabor de las donas.
–Wow, están muy buenas. ¿Dónde las compraste?–Kihyun se limpió los labios con sus dedos.
–Hay una tienda de una señora a unas cuadras, se llama Suran Cherry.
–Ah, si la conozco. He ido pocas veces, pero tiene postres muy deliciosos. Esta no es la excepción, sin duda.–Mencionó Minhyuk después de haber tragado.
–Hyung, también deberías cocinar postres como estos–Reclamó Jooheon llevándose una dona a la boca, mirando a Kihyun.
–Joohoney tiene razón. Sabes cocinar bien, así que hacer pasteles o cosas así no estaría mal.
–Pues... Nunca lo intenté, para ser sincero. Aunque tampoco suena mal.
–¿De verdad? Debes invitarnos a tu casa si lo haces. Aunque incluso si no lo haces, estaremos allí de todas formas.–Hyungwon se limpió la boca con su chaqueta y se lamió los labios.
–Ustedes realmente...
La campana resonó en cada salón del instituto. Todos los alumnos se pusieron de pie y empezaron a retirarse. Los cuatro muchachos repitieron lo mismo, caminando hacia los pasillos. Kihyun suspiró metiendo las manos en los bolsillos, el siguiente bloque era hora de ir al club de fotografía. La actividad pendiente que tenían era una sesión corta a cualquier objeto en distintos ángulos. Su cámara estaba dentro de su mochila con una funda que la protegía.
