destello- capítulo 7

9 3 0
                                    

Sebastián se puso de pie de un salto y la acomodo en su mesa.
-mejor así ¿Verdad? , Ya no tenemos que gritar para escucharnos.
-yo nunca grito.
Observó ella con frialdad.
-No, y tampoco sonríes.
Me muero por borrar esa expresión malhumorada.

La tensión fue creciendo durante la cena.Sebastián llevó la conversación en todo momento de manera hábil y delicada, sin abordar ningún tema delicado.
Desde luego no le falta encanto,a medida que transcurría la cena Ariadne era más y más consciente de que no disgustaba  tanto su presencia como había creído al principio . Pero Ariadne no tenía la conciencia del todo tranquila con la nueva situación.
- qué calor hace aquí.
Murmuró
-¿Tú no tienes calor?
Preguntó mientras se quitaba la chaqueta y lo colocaba del respaldo de la Silla.
Sebastián observó como el calor ascendía desde el cuello de la joven hasta las mejillas y sintió una peligrosa y seductora punzada. Sebastián miró cuidadosamente el rostro de Ariadne, la suave curva de los hombros , y el deseo estalló en sus venas.

Sebastián pidió la cuenta. Mientras le hizo Ariadne una propuesta.
-¿Te parece dar un paseo?
Ariadne no le respondió nada y siguieron caminando, se encontraron una terraza donde la luna se miraba hermosa, el restaurante no estaba muy lejos entonces escuchaba un jazz calmado.

Sebastián sin saber de la situación le preguntó.
-¿Cómo te llevás con tu padre?
Ariadne se quedó callada un buen rato.
-Ariadne, escucha. No hay necesidad de...
la luz arrancó un destello de una lágrima suspendida de las pestañas y Sebastian sintió una incoherente oleada de ternura. Incapaz de encontrar las palabras adecuadas, se inclino hasta rozar los sensuales labios con los suyos , no fue más que un fugaz instante.

Ariadne no se apartó. Se quedó completamente quieta. La atrajo hacia sí con fuerza, ansioso por sentir sus pechos contra su cuerpo, ansioso por tenerla. El beso se hizo más intenso y ella respondió,abrazándose a él y devolviéndole toda la pasión que un hombre podría soñar recibir de una mujer.
Mientras más floja se sentía En sus brazos, más obsesionado estaba Sebastian con poseerla. Tuvo que hacer un supremo esfuerzo por controlar su erección. Cómo la sangre ardiente lo endurecía hasta límites insoportables.
en su enloquecida mente surgió la idea de tomarla allí mismo , contra la pared. Sin embargo aún le quedaba un mínimo de cordura y se contuvo . Aunque estaban solos. La terraza era un lugar público.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 13, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

 IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora