Capítulo O2. L

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  Con el paso de las semanas más citas con ChanYeol surgieron, al igual que un círculo de sueños que se volvían pesadillas aterradoras de las que no podía despertar, y él se dio cuenta.

  Observaba la manera en que Kaori mantenía la cabeza baja por miedo a que Park viese las manchas oscuras bajo sus ojos, incluso notaba cómo pasaba su mirada por todo el lugar en busca de algo o alguien. Su intuición le decía que algo no andaba bien con ella.

—Oye, cariño –La llamó y ella no contestó, así que posó su mano sobre la contrario, haciéndola dar un brinco por la inesperada acción–. Es obvio que no estás bien ¿sucedió algo?

  Negó con ímpetu aunque la verdad era otra.

  No estaba bien. Se sentía asustada y llevaba muchos días sin conciliar el sueño. Las pesadillas eran horribles e incluso se sentían tan reales que le daba bastante miedo. Y eso no quiso contárselo a ChanYeol;, quizás porqué pensaba que la tomaría como loca y quería evitarse la pena de escucharlo decir aquello.

—E-estoy bien, Chan. No suc...

  ChanYeol le insistió para que terminara su frase, pero no lo hizo así. La poca tranquilidad que le quedaba fue reemplazada por un temblor en todo su cuerpo, quiso gritar pero su garganta no se sentía capaz.

—¡Kaori! –Innmediatamente se levantó de su silla y comenzó a sacudirla para que entrara en razón–. Llamaré a una ambulancia –hizo ademán de sacar su teléfono para realizar aquella acción con el propósito de ayudarla.

—N-no hagas eso, lo vas a empeorar –respondió con un hilo de voz sin despegar su mirada del frente. ChanYeol dirigió su vista al punto dónde ella miraba pero como en la primera cita no vio nada.

  Así que optó por pagar la cuenta de la cafetería e irse a casa. La dejó sola mientras hacía esto y eso ocasionó que se sintiera insegura. Intentó mantener la calma pero era imposible si su cuerpo temblaba.

  También probó con pensar en cosas positivas, algo que alejara su mente de aquel hombre que le robaba el sueño, y no de una forma agradable.

  Finalmente alguien entrelazó sus dedos con los suyos, animandola a levantar su cuerpo de la silla. Sonrió un poco cuando la calidez de ChanYeol recorrió todo su cuerpo, y se sintió mejor, como si él fuera la medicina para curar su vida y hacerla mejor.
Se mantuvo muy cerca de él porqué sentía una protección que ni los muros de su casa le brindaba.

  Pero si algo debía saber era que para él no hay obstáculo mientras se filtra en su mente.

-¿Kaori? -llamó su nombre, la susodicha alzó la mirada encontrándose con los orbes oscuros del chico, analizando cada facción de su rostro-. Tú no estás bien, en cuánto lleguemos a tu casa me contarás todo.

  Esa idea la llenó de pánico porqué no quería ser juzgada por todo lo que su subconsciente le estaba provocando; estaba acabando con ella de la manera más horrible posible haciendo que sus recuerdos la ahorcaran. ¿Desde cuándo empezó todo?

  Diez minutos, que parecieron horas y horas caminando, transcurrieron y por fin llegaron al lugar que Lee llamaba "hogar".

  Entraron y se sentaron juntos en el sofá, siendo acompañados por el silencio del lugar pues ninguno de los dos se atrevía a hablar. ChanYeol miraba lo tenso que estaba el cuerpo de Kaori, deseó poder resolver todos los problemas que la atormentaban porqué quería ser el refugio para su alma, en quién pudiera confiar para desahogarse.
La acercó a su cuerpo envolviéndola en un fuerte abrazo que transmitía calidez y un cariño sincero que comenzaba a florecer en Park, acarició su cabello mientras cantaba a su oído.

Sing for you.

  Su melodiosa voz fue su canción de cuna y por un momento el tiempo se detuvo, eran solo ellos dos.

  Pero él entraba como un fantasma.

  Kaori gritó al verlo al otro lado de la ventana y ChanYeol se levantó inmediatamente para asegurarse de que no hubiese un ladrón o algo parecido. Pero no había nadie.
Las cosas se tornaban extrañas y eso ocasionó un sentimiento de confusión en ChanYeol. ¿Y si ella no estaba totalmente bien? ¿Qué debía hacer ahora?

—Kaori ¿qué fue lo que viste?

—A un hombre.

—¿Tienes alguna deuda o algo parecido?

—N-no. De pronto comenzó a aparecer, no sé la razón y me da miedo.

—¿Cómo va vestido?

—Rojo. Ese maldito color me persigue a todas partes.

13.12.2O19

Red  ↝k.junmyeon [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora