Los dedos ajenos bailaron sobre su piel mientras trazaban el camino para marcar cada parte de ella como su propiedad, ambos en esa prisión atados con venenosos besos que mataban sus almas con una tortuosa lentitud; y si le preguntaran a él, respondería que era la mejor manera de morir.
Sus alientos se volvieron uno solo al momento en que las grandes manos de aquel hombre se aferraron a su anatomía, acercando sus cuerpos y mirándose peligrosamente como si sus orbes negros guardaran cientos de secretos que nunca se atrevería a contar a los cuatro vientos; todo lo contrario a los marrones iris de ella, tan hermosos y sinceros, calmos como un lago en total paz.
Él narraba un misterio indescifrable, y ella era la niña curiosa que no pensaba en las consecuencias de aventurarse a lo desconocido.
Hasta ese momento.
Para Junmyeon, provocar que sus miradas se conectaran era placentero y al mismo tiempo generaba en él la satisfacción de ver a su pareja a su merced.
Era egoísta al desear escuchar sus suspiros, guardar en su mente la manera en que ella amaba que la tocara, y que sus labios fueran los únicos que se atrevían a cruzar los límites.
Cuándo creyó que podría ser imposible, el temor se volvió latente esa última noche donde ella anunció su condena, y fue entonces el momento en que los poemas de amor le parecieron sumamente patéticos, palabras dulces que pueden volverse amargas, cuchillos calientes quemando su piel...
A pesar de que los ojos de Youngmi fueran el significado de "tranquilidad" pudo notar que poco a poco una tormenta de emociones se desataba, tal como una piedra formando ondas en el agua. Y si a ella no le importó dictar su desdicha, ¿por qué habría de abstenerse a cumplir una sentencia?
11.12.2O19
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Red ↝k.junmyeon [editando]
Fanfiction❝A donde sea que iba ese color me perseguía❞ 11.Dic.2O19 - O4.Mar.2O2O 🌻 Cover by: @Clouhite de la editorial @sanrio_studios 🌻 Idea original mía. No es aceptable ninguna copia y/o adaptación sin mi permiso.