Demon Boy [Asakaru]

《 1 》

— Dime Gakushuu, ahh... ¿No lo has descubierto aún? — el demonio canto dulcemente entre suspiros, lamiendo el cuello del humano en el que estaba acurrucado, temblando de placer. El humano no le respondió, hipnotizado por la criatura que extendía sus alas oscuras y sedosas, como una manta de neblina sobre la cordura de ambos. Parecía un sueño cálido y confuso, respiraciones agitadas que solo eran interrumpidas por besos hambrientos y húmedos, llenos de desesperación en ellos. Y aún así algo era urgente de decir para el pelirrojo, porque cubierto en toda esa bruma, algo podía descansar finalmente, algo que había sido arrancado era devuelto.

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Asano y Karma estaban estudiando... bueno, Asano estaba estudiando, Karma se había terminado durmiendo con un libro abierto sobre sus ojos. Sumido en su lectura, Asano se sobresalto cuando algo se envolvió alrededor de su pierna, levantando la mirada se encontró con una criatura de afilados caninos, coronada con pequeños cuernos que iban del blanco al negro puro y extremidades que terminaban en garras igualmente oscuras, cuando miro por debajo de la mesa encontró una larga y fina cola negra que abrazaba su pierna con más fuerza de la que debería tener.

Asano volvía a esa memoria cada vez que lo veía pasar. Cuando había intentado soltarse Karma lo había apretado más y por temor a perder su pierna y al no saber que hacer había terminado rindiéndose, cayendo dormido en algún momento. Más tarde Karma lo habría despertado, luciendo completamente normal y Asano se terminaría preguntando si no había sido todo un sueño, después de todo no estaría sorprendido si su inconsciente viera al pelirrojo de esa manera. Pero esta vez es diferente, esta memoria no la está evocando un Karma de apariencia humana, no, esta vez Asano puede ver el fondo negro que contienen a sus irises doradas, con una linea por pupila y con el mismo brillo de los de un peligroso depredador hambriento. Todo lo que recordaba de su supuesto sueño es remplazado por una versión más letal, más aterradora y llena de odio. No hacía él, no, Asano había sido atacado por unas criaturas parecidas a unos perros o lobos, demoníacas por igual, y no unos segundos después Karma había aparecido, al parecer para protegerlo.

Asano observo como Karma se deshacía de esas criaturas pero antes de que pudiera siquiera decir algo sintió una especie de vértigo, un fuerte cansancio se instalo en él y perdió la conciencia completamente.

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Gakushuu despertó una hora más tarde, de alguna forma había llegado a su cama y alguien le había dejado en la mesa de luz dos pastillas y un vaso de agua. Fue solo luego de tomarlas que cayó en cuenta de que esta no era su cama, este no era su cuarto y esta no era su casa, para peor no tenía idea de que era lo que había tomado, si ya no estaba entrando en pánico la vista de cierto pelirrojo estudiándolo silenciosamente hizo que su corazón saltará hacia todos lados y un sonido de sorpresa saliera de sus labios. Inmediatamente su expresión fue una de enfado e irritación, como si todo lo malo en la vida de Asano, incluida pero no limitada a la situación actual, fuera culpa del bastardo que lo seguía observando sin decir una palabra.

El bastardo en cuestión salio del cuarto como si nada hubiera pasado y regreso con un bol de galletas y otro vaso, aunque este no parecía tener agua. El pelirrojo puso ambas cosas en frente de él y volvió a su posición inicial al otro lado del cuarto, reanudando un juego que estaba en pausa e ignorándolo completamente. Asano estudio por un momento la comida que tenía en frente con una expresión que haría pensar a cualquiera que estaba tomando el examen más importante de su vida, su cabeza estaba nublada y no tenía idea del significado de nada de lo que estaba pasando, es que la escena era casi ¿Casi? Bastante bizarra.

Finalmente tomo una de las galletas y se permitió un momento de calma, podía sentir como las preguntas con las que quería enterrar a Karma se fermentaban en el fuego de su furia rápidamente pero si hablaba ahora su cabeza explotaría y probablemente se tendría que tirar de la ventana que había en el cuarto (una muy mala idea, luego observaría, pues estaban solo en el primer piso... e incluso aún Karma probablemente lo salvaría solo para molestarlo más).

Asano observó la misteriosa bebida que le fue entregada junto a sus galletas por un largo tiempo, no es que no tuviera ganas de probarla pero el sentido común estaba finalmente empezando a entrar en su mente y cualquier ser humano con sentido común que conociera al pelirrojo en frente de él no se hubiera arriesgado a comer nada expresamente dado por Karma Akabane. Estar en la misma habitación por tanto tiempo sin insultarse en completo silencio estaba haciendo que le volvieran los nervios.

Karma probablemente noto su mal estado porque finalmente dejo su juego a un lado, contemplo a Gakushuu cuidadosamente como si fuera un pequeño animal al que no quería asustar y suspiro - no he echo nada, es solo leche sabor fresa. Puedo probarla por ti si quieres. Asano se sobresalto un poco al escucharlo hablar pero no lo detuvo cuando se acercó y tomó un sorbo como dijo, miro con prudencia como dejaba el vaso devuelta en la mesa y se sentaba ahora más cerca, mirándolo atentamente pero otra vez en silencio.

Gakushuu tomo la supuesta leche, comió unas galletas más, siempre manteniendo contacto visual con su rival y cuando se sintió satisfecho se preparo a hablar - Entonces, ¿Me vas a explicar que esta sucediendo aquí o lo tengo que adivinar?

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