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Karma bostezó y se frotó los ojos, mientras observaba a Asano luchar contra los sabuesos demoníacos.

—¿No te cansas de pelear contra esas cosas? Podríamos simplemente huir, ya sabes.

Asano frunció el ceño y se dio cuenta de que Karma no estaba prestando atención a la lucha.

—¡Maldita sea, Karma! ¿No vas a ayudarme? ¡Hay diez de ellos!

Asano gruñó y desenvainó su espada, lanzándose al ataque contra los sabuesos. A pesar de estar en desventaja numérica, se movía con agilidad y precisión, cortando a los demonios con habilidad.

Karma observaba la pelea con un desinterés cada vez mayor, hasta que finalmente se sentó en el suelo y comenzó a jugar con su teléfono.

Mientras tanto, Asano seguía luchando contra los sabuesos, esquivando sus ataques y cortándolos con su espada, determinado a acabar con ellos.

Finalmente, después de varios minutos de pelea, Asano logró derrotar al último de ellos. Sin embargo, estaba empapado en sudor y malhumorado. Karma levanto la mirada de su teléfono, y en su opinión, la vista que se encontró no estaba nada mal. Gakushuu incluso tenía un pequeño rubor por su esfuerzo.

—Oh, ¿ya terminaste? Qué rápido, ni siquiera me di cuenta. —Karma se encogió de hombros con indiferencia, intentando molestarlo aún más.

—¡Podrías haberme ayudado! —exclamó Asano, arrojando su espada al suelo con un golpe.

—Lo siento, tenía flojera. Pero lo hiciste bien solo, ¿no? —preguntó Karma con una sonrisa.

Demon Boy [Asakaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora