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Había pasado una semana desde el día en que se creó el club de Serpents. Se acercaba el día de celebración del general Augustus Pickens. Acordaron que podían dejar de ocupar ese uniforme horrible con la promesa de que no volverían a meterse en problemas.

—Es muy apuesto para haber vivido en barrios bajos.—Habló Roonie después de ver la foto del hermano de Betty, Chic.

—Es.. es lindo.—Concordé un poco dudativa al ver la foto en el celular de la rubia.

—Lo es, y por cierto, me parece muy conocido.—Emitió Kev al verlo.

—¿Lo conociste en el bosque?—Le preguntó Jug intentando ayudar.

—Quizás si lo pudiera conocer en persona..

—Chic está climatizándose..—Interrumpió Betty descartando la idea.—Intento que confíe en mi pero mi mamá lo trata como si tuviera diez años y mi papá como si fuera un engendro del demonio.—Habló estresada.

—Bueno, tengo una increíble idea. Llévalo al Día de Pickens y lo conocemos. Todos irán, ¿verdad?—Dudé un poco.

Estos últimos días me había enterado de más cosas para saber que no quería ir.

—No, porque las Serpents no fueron invitadas.—Negó rotundamente Jughead.

—Las Serpents fueron específicamente invitadas.—Respondió Veronica con un poco de enojo.

—Si, para dar seguridad.—Respondí con el ceño fruncido. Jug me miró y asintió concordando conmigo.

—Bueno, si no quieren trabajar no lo hagan.—Habló simple Roonie. Toni llegó y miró a Jughead moviéndole la cabeza para que se fueran.

—El daño, como dicen, está hecho.—Contestó Jug mientras arreglaba sus cosas.—Hablamos después.

—¿Donde irán?—Pregunté confundida. No quería que sonara a celos, no estaba celosa de mi amiga lo juro, pero sin embargo si sonó como celosa.

—Entrevistaremos a su abuelo para mi reporte de historia. La Serpent viviente más vieja.—Contestó simple y se fue sin dejarme responder.

—¿Estás bien?—Preguntó Roonie tocando mi hombro.

—Si, claro.—Respondí fingiendo una sonrisa.

—Hey, linda, ¿salimos?—Preguntó Sweet Pea deteniendo mi paso en el pasillo tomando mi brazo

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—Hey, linda, ¿salimos?—Preguntó Sweet Pea deteniendo mi paso en el pasillo tomando mi brazo.

—Lo siento Sweet Pea, la verdad no tengo ganas..

—No aceptaré un no, Ally. ¡Vamos! Basta de deprimirte. Juro que la pasarás bien.—Dudé. El intentó convencerme con unos ojos de perrito y reí levemente.

—Está bien, solo con la condición de que me dejes conducir tu moto.—Levanté mis cejas sonriendo y el dió una carcajada.

—Está bien, está bien. Vamos, tú conduces.—Me tomó de la mano y salimos de la escuela.

Mysteries Of Riverdale | TTOS2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora