|•Septimo Orgasmo•|

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Antes de leer:

Quiero pedirles una disculpa enorme, me siento muy mal por arruinarles el capítulo anterior por la descripción de Jungkook (la cual ya ha sido corregida) trataré de no volver a cometer otro error, espero aún sigan dándole amor a la historia.

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Al final, el rubio había tenido que llevar a la pequeña mierda, ida y vuelta a la universidad, a demás de comprarle un jodido cargador portatil con su muy escaso dinero. La pequeña mierda se encontraba tarareando alegremente una canción, a pesar del ensordecedor sonido del viento, se notaba porque el mocoso se hallaba con su cabeza recostada en su espalda, y sus dos brazos estaban abrazandose a su cintura.

No era su culpa, él hubiera querido tener un auto, pero lo único que poseía era una no-tan buena moto, la cual nunca usaba porque odiaba salir. Odiaba la gente, odiaba a la sociedad, por lo que no necesitaba un vehículo para transportarse.

Esa rutina se repitió alrededor de cuatro días antes de que Jimin comenzara a estar más que insoportable. Él realmente no podía estar demasiado tiempo sin sexo, comenzaba a sudar y a comportarse borde, él se volvía una persona totalmente distinta cuando le quitaban el estilo para nada sano de vida al que él acostumbraba.

Ahora, después de tres días de que Jungkook estuviera en la universidad, él se hallaba llevándolo de vuelta a casa, con palpable pesadez y un aura de poca confiabilidad. Jungkook se sentía extraño, miraba a Jimin como si fuera lo más jodidamente extraño que hubiera visto, aunque en realidad no lo era.

Suspirando, se aferró más a la cintura de Jimin, pegando su mejilla a la espalda del mayor cuando éste aumentó la velocidad. Parecía que quería llegar rápido, a hacer quién sabe qué, pero estaba seguro que no quería saber en lo más mínimo los intereses de Jimin. Últamente tenía un carácter estricto y duro, a penas le hablaba. Y podría decir fácilmente que eso era algo bueno, pero estaría mintiendo. Él no lo consideraba para nada, para nada bueno, porque él era alguien muy sociable, y el que Jimin no le hablara le hacía sentir extraño, le hacía sentir mal.

No tardaron en llegar a casa, Jimin no se molestó en meter la moto si no que simplemente abrió la puerta y se dirigió hacia su dormitorio, cerrando con un portazo. Tenía una actitud hostil, y eso a Jungkook le asustaba, pero él no lo conocía, así que no sabía como hacerlo sentir mejor.

Pensó en hablarle. No sonaba mal, él normalmente hacía eso cuando quería sacarle algo a alguien. Dejó su mochila en el sofá que anteriormente había estado lleno de revistas porno. Se había quitado los zapatos en la puerta de entrada, pero Jimin no había hecho eso si no que directamente se fue a encerrar.

Jungkook subió las escaleras, eran las siete y él aún no comía nada, así que debía hablarle a Jimin para pedirsela, fuera de preguntarle qué era lo que le pasaba.

Extrañamente, la puerta estaba abierta. Pensó que tendría que tocar o al menos, insistir, como Jimin había hecho con él, pero no era el caso. Cuando entró, se encontró con algo ciertamente asqueroso para él. Jimin se estaba masturbando mientras veía porno, y se veía fatal. Él tenía una expresión de insatisfacción, que cuando se percató de que estaba ahí, se transformó en una risa.

─¿Quieres? ─Inquirió Jimin, burlón. Jungkook sonrojado, negó.

─Y-Yo... Park, yo estaba... ─Intentó
darse la vuelta, pero en cuestión de segundos Jimin se encontraba a su lado, palpándolo con su mano libre mientras se seguía masturbando. Se sentía tan incorrecto.

─Sí, seguro que tú estabas. ─Jimin se volteó y cerró la puerta con seguro. Ninguna luz prendida, un poco de luz natural de luna colándose por la rendija de la ventana, Jungkook respirando entrecortadamente, nervioso.

─¿P-Por qué...?

─¿Por qué me estoy tocando la polla? ─Jimin se acercó a él, tan peligrosamente cerca que Jungkook pudo sentir el aliento del mayor tocar la punta de su oreja y esparcirse por el resto de su cuerpo.

─N-No hables... no hables de esa manera, es... e-es sucio. ─Le costaba expresarse, la mano de Jimin moviéndose cada vez más fuerte en su pene. Cuando Jimin hundió su cara en su cuello, Jungkook sólo pudo gemir bajo.

Jesucristo.


Gracias por leer.

¡El sexo no lo es todo...!¿O si? (JiKook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora