Había sido la jodida peor idea del mundo. Había pasado menos de un día, aún no tenía sexo, por lo cual su mente se encontraba menos eficiente y lo único que ocupaba su cabeza era el sexo; ni más ni menos. El niño le había pedido demasiadas cosas "Rubio, no te masturbes" "Rubio, no traigas a nadie a la casa" "Rubio, no quiero ver tus revistas porno en ésta casa" "Nada de juguetes sexuales, rubio" "Nada de cosas morbosas, rubio".Sentía que en cualquier momento mandaría todo a la mierda. Era a penas el primer día en el cual Jungkook se encontraba en la universidad y él ya sentía que su pene iba a explotar, la ansiedad era enorme, tanta que no sabía como acumularla para que ésta no saliera de forma morbosa hacia el chico, porque por su puesto, él no podía espantarlo.
Creía que no aguantaría, sus manos soltaban sudor cual grifo abierto soltaba agua, y sus saliva era cada vez más y más espesa. No dejaba de mirar hacia todos lados, como buscando algo en lo que entretenerse para no pensar en eso, pero era jodidamente inútil, todo intento terminaba en un simple lamento de su parte.
Quería definitivamente, morir en ese preciso instante. No había pasado mucho tiempo, tan solo había sido un día en el cual él se había encontrado masturbándose a si mismo muchas veces al día simplemente para satisfacerse, y se sentía aún totalmente insatisfecho.
─Lo siento, de verdad, de verdad ─Él no podía continuar así. No podía.
...
─¡Hey! ¿Sabes dónde está 2B? ─Jungkook se hallaba con la mochila puesta de manera perfecta, recargándose en su espalda y a demás de eso, ésta revoloteaba conforme él corría o caminaba.
Se sentía bastante cansado, el sol de esa época era cegador y al mismo tiempo, sofocante. Gotas de sudor caían de su frente y humedecían su cabello desde la raíz del cuero cabelludo, y hacían que su cara se tornase con una textura grasienta que le hacían querer darse una ducha.
─Sube las escaleras ─Simplemente dijo la chica antes de salir por las dos puertas principales y perderse en las oficinas principales de la universidad nacional.
Él suspiró de manera fuerte y reiterada, sintiéndose agobiado por el bochorno, y finalmente subió las primeras escaleras, entrando al segundo piso. Suspiró al ver el enorme pasillo que se hallaba en frente de él, demasiadas puertas en cada lado y a demás muchas personas fuera de cada uno.
─¡Oigan! ─Ya cansado de caminar, se acercó a uno de los grupos que estaban reunidos allí. El bullicio era impresionante, al parecer estaban teniendo una conversación bastante entretenida y a demás de eso, todos parecían tan inmersos en ella que no le prestaron atención.
El timbre sonó.
─¡Hey! ¿Saben dónde está 2B? ─Inquirió Jungkook. Uno de los chicos volteó a verlo.
─Sube las escaleras ─Y luego de eso, el chico se metió a su salón seguido de quien parecía ser el profesor.
Jungkook miró más que cansado, las siguientes escaleras. ¡Esa universidad era jodidamente enorme! Parecía casi una finca de muchas personas millonarias, y a él le agradó de sobremanera el color blanco que se ceñía con mucho orgullo a sus pintorescas paredes.
Subió nuevamente, tomándose su tiempo para no apresurarse. Su maleta pesaba, sus ojos igualmente, al parecer el maquillaje no había podido tapar aquellas ojeras que tanto le dañaban su hermoso rostro. Como si su mundo se iluminara, el enorme trozo de papel marcando "2B" encima de uno de los salones fue lo primero que se divisó desde su lugar.
Se encontraba tan feliz que quiso saltar, pero él no quería dar una imagen así, él quería una imagen lo suficientemente seria como para que sus profesores lo tomaran en serio. Jungkook siempre fue un niño aplicado, adoraba todo lo que tuviera que ver con cálculos y matemáticas, a demás de que fue apodado "Rata de biblioteca" por sus gustos peculiares.
Nada más cruzar el umbral tuvo que hacer una reverencia considerablemente dolorosa para su espalda. La profesora, con un semblante serio que al parecer se hallaba tornado en molestia.
─¿Tarde el primer día? No estamos en secundaria, señor. Usted no puede llegar a la hora que le de la gana, ¿Comprende? ─Su tonó fue una ráfaga de viento en su cara, se sintió como una suave brisa puesto que su voz era demasiado suave.
Una maestra linda, de contextura alta y delgada, no tan robusta, pero sí bastante hermosa. Él se disculpó con ella, y la señora no demoró más su clase, terminando con una pequeña advertencia de que lo dejaría fuera si se atrevía a irrespetar su clase nuevamente.
El tiempo se pasó volando, Jungkook casi se queda dormido un par de veces, pero no era nada que él no pudiera controlar. No hubo la típica presentación normal que había en las secundarias y universidades en Busan, al parecer en Seúl todo era muy distinto a como él lo conocía.
El timbre de salida sonó más rápido de lo que él esperó a decir verdad. El tiempo había pasado volando a pesar de haber tocado en jornada tarde, y el calor había disminuido considerablemente. Eran las siete de la noche, aún se podía ver un poco el cielo claro, pero la luna y estrellas que aparecían conforme pasaba el tiempo hacían que fuera todo de un tono más bonito.
Jungkook sacó su teléfono, bastante caro, y algunos chicos que estaban cerca lo vieron raro. Él no les prestó atención, pensó simplemente que eran personas estúpidas y decidió dejarlo pasar. Marcó el número de Jimin, una, otra, y otra vez, pero éste no contestaba.
Y él no conocía nada de Seúl.
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¡El sexo no lo es todo...!¿O si? (JiKook)[Adap.]
RomansaJimin era un adicto al sexo. Y Jungkook... Jungkook era la cosita más adorable que él pudo conocer alguna vez... • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ◉Adaptación de la historia del mismo nombre. ◉Todos los derechos reservados a la autora original:...