•|Quinto Sentimiento|•

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Ha salido considerablemente temprano. No pasó nada interesante que valiese la pena contar en las clases, a excepción de que en la clase de Kim Namjoon, la tensión con su amigo había sido casi palpable. Y Jungkook se sintió en esa línea de fuego entre ellos dos, por lo que terminó cambiándose de lugar en esa clase.

Ahora se encuentra bajando las escaleras junto con una masa más que grande de personas, sintiéndose sofocado porque el calor de la tarde aún no se ha ido. Él había perdido la vista de Tae cuando la campana sonó, y cuando pudo identificar en dónde se encontraba, vio que se encontraba con Kim, por lo que no quiso interrumpir -más por Kim que por cualquier otra cosa-.

Cuando llega a la puerta de entrada, las personas esparcidas alrededor limitan su visión. Alguien toca su hombro y Jungkook se gira hacia esa persona, notando que es Jimin quien ha palpado su hombro. Sonríe amigablemente y se acerca a darle un abrazo. Jimin inmediatamente corresponde, poniendo sus brazos alrededor de la cintura de Jungkook.

Jungkook piensa que definitivamente, aquellas idas al gimnasio por las tardes han estado funcionando, cuando ve que sus brazos se marcan en las mangas de la camiseta que lleva puesta. Apoya su mentón en el pecho del mayor, mirándolo desde ese lugar. Jimin sonríe al verlo.

─¿Estás listo, Jungkookie? ─Pregunta Jimin, plantando un beso en la punta de su nariz. Jungkook sonríe ante el contacto y asiente, emocionado y nervioso a la vez.

Después de aquello, Jimin había pedido a Jungkook salir para disculparse por lo ocurrido con ChaeRin, y aunque se hizo de rogar bastante, terminó aceptando. Ese día se puso un pantalón de cuero, una camiseta y unas vans que tenía en su habitación; se vistió con lo mejor que tiene, y por ende, así no gastaría tiempo cambiándose y podría pasar más tiempo con Jimin.

─Ven entonces, Kook ─Dice, tomándolo de la mano y conduciéndolo hasta el parqueadero. Cuando llegan, Jungkook abre los ojos desmesuradamente y sus dos labios se separan, dejando un espacio no muy grande entre cada uno.

─¡Woah! ¿Compraste una moto nueva? ─Jimin ríe.

─No. La alquilé ─Se burla. Jungkook frunce el ceño y Jimin toma la punta de su nariz entre su dedo pulgar e índice.

─¡Yah! ¡Jimin! ─Se queja Jungkook─¿Cómo la conseguiste?

─La compré, quise sorprenderte.

─¡Eso es genial! ─Jungkook se lanza y le da un cariñoso abrazo a Jimin, tan fuerte que el rubio siente como sus costillas son levemente aplastadas y sus pulmones dejan de funcionar por un momento.

Aunque la verdad, eso es mentira. Rain se la había comprado y se la llevó en la tarde, alegando que la primera cita de su hermanito menor debía ser en algo bueno y no en una moto destartalada como la suya. No la contradijo; su moto anterior está casi destruida.

─Móntate ─Ofrece Jimin, montándose él primero en ella. Jungkook asiente entusiasmado y se monta en ella; Jimin arranca y cuando llegan a la autopista, sube la velocidad.

Recuerda lo que le dijo Rain «Tiene bastante potencia. Utilízala, Jungkook probablemente te abrace, él es muy nervioso». Y efectivamente, siente como los brazos del chico rodean su pecho y Jungkook se aferra a él, pegándo su pecho y su cara a la espalda de Jimin. La potencia de la moto es bastante; Jimin aún no ha utilizado toda pues, no quiere  tener un accidente. Le agrada el que Jungkook se aferre a él, por lo que toma el camino más largo para llegar al lugar en el que Rain se puso a trabajar de medio tiempo, porque según Mirna ella «Se la pasa de inútil todo el día haciendo nada en la casa, acostada en el sillón y viendo memes». 

Cuando ellos llegan, Jimin aparca la moto en la parte de afuera, saca las llaves y las guarda. Jungkook aún se encuentra temblando, y Jimin lo nota.

─¿Mucha adrenalina? ─Pregunta riendo. Jungkook simplemente le da un golpe amistoso en la boca del estómago. Al llegar, Jimin paga las entradas e ingresan al parque de  diversiones. Según Rain, la perfecta cita cliché es en un parque de diversiones.

Fue una cita divertida. Jimin lo llevó a diferentes lugares; pero el que Jungkook más recordará es la montaña rusa a la cual se montó junto con Jimin, y se la pasó todo el trayecto tomando la mano del mayor con los ojos fuertemente cerrados, jurando en voz baja. 

Luego, fueron a un lugar en donde se supone, la gente puede ganar premios. Jimin logró ganar un bonito peluche de... ¿Kumamon? Un nombre especialmente raro, pero que aún así, Jungkook apreció demasiado en el momento, porque a pesar de que parecía un bicho satánico, lo había ganado Jimin para él. Aunque tampoco se quedó atrás, porque él ganó un peluche en forma de pollo para Jimin.

La cita pasa bastante rápido para Jungkook y para Jimin; fue bastante divertido y hubieron muchos momentos románticos de por medio, pero...

Ya han llegado a casa. Nada más abrir la puerta, Jimin estampa a Jungkook contra la pared y lo acorrala, besándolo duro e ingresando su lengua a la cavidad bocal contraria, sin delicadeza alguna. Jungkook gime y pone una de sus manos en la nuca de Jimin, atrayendolo más hacia él y gimiendo en su boca.

Dios. Jimin jura en voz baja y se separa de los labios de Jungkook. Una de sus manos pasa por la parte trasera de la pierna de Jungkook, y manteniéndose apoyada ahí, Jungkook la levanta. Jimin hace presión con su pierna a la entrepierna de Jungkook. Jungkook gime a gusto cuando Jimin comienza a besar su cuello, aún así, sintiéndose de igual manera un poco incómodo.

─Ji-Jimin... ─Gime Jungkook en voz baja cuando el mayor chupa duro en su cuello hasta dejar un chupetón en este. 

Pero entonces, Jimin se separa de nuevo de Jungkook.

─No puedo hacerlo... ─Dice, yendo hacia su habitación.

¡El sexo no lo es todo...!¿O si? (JiKook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora