vidrios rotos en el piso
se entierran profundo en mis manos
la sangre es ahora el reflejo
de mis lágrimas y los cristales
que se fragmentan en mi alma.
la luz de la luna me acompaña
sin tregua, cada noche
quemémonos bajo la luz de los faroles
hasta que la hemorragia pase
hasta que me desmaye de incertidumbre
hasta que termine este sueño eterno.
llanura fría, bosque extranjero
en las estrellas está el motivo
las razones de morir sin pasado
signos, cruces, aros
que la geometría deje ver tus fisuras
de las imágenes invisibles
en el fondo del abismo infinito.
constantemente pensando
en tus ojos, en el brillo de tu silencio
que escucha atentamente
mi discurso, epitafio y epifanías
no hay mejor compañía
que el espejo que está (en ti) dentro.
