Explotaré por la presión, caminaré entre la hierba hasta que hierva de ira, la decisión de sucumbir ante la depresión, harta del hartazgo, taciturna del espejo empañado; Acompáñame dice la muerte desde el otro lado de la habitación y entonces, mi alma no reside a más nada que huir hacia mi escondite predilecto, lamentablemente ya estaba escondida cuando llegó, recibe mi abrazo agónico este instante (me dice), suena tentador tenerte, saciarte de arte, hazte uno conmigo, entre mis brazos placerte, dios sabrá lo que haremos (le dice el diablo al reflejo).
Espero hasta que me asfixio en incertidumbre, me falta aire para llegar a aquellas cimas, más si aún no llego al inicio desaparecen los truenos; cortaré la garganta de esta desdicha que me atormenta, huracán de desilusión incinera este corazón delator, tormenta de hemorragia interna, linterna para la cirugía abierta, húmeda está la selva sin esos chubascos de tus ojos, que aunque sea un cliché, después de cada pito llegará la tos, tostadas en la mañana ¿Qué mejor? Si me derrito como mantequilla, bajo del sol en cada atardecer, incinera un poco de amor para curar este cuaderno sin líneas ni estrofas, vuelan las letras me impregno de notas aunque, negro sea el futuro la sierra no se puede cantar en … el solsticio asesinó al eclipse ensordecedor, el cedrón cedió su cetro al sauce llorón por las mil y una noches en desvelo, humedeciendo el río secado por cada paso de estación.
Y aunque la vida se pase y los astros se apaguen el tiempo no quemará nuestros recuerdos, persiguiendo las estrellas, mordiendo el polvo, mascando tierra, tirando la toalla hallaré el sentido al infinito y lo desconocido aunque, no tanto como esa mirada tuya que evapora este vacío incierto, correré por las praderas plagadas de flores sin corona, me haré un jardín de deja vus ven si quieres pasar a verlos, (por favor) trae un poco de té porque tengo que regarlos y ya se me acabaron las lágrimas, rimas de textos prohibidos por el universo si uní versos y tus besos en un pentagrama de cometas efímeros como esa vez que en ti entré- nah, miento-mental, alinearé las estrellas y tus chakras como una constelación de letras, escribiré hasta que cada concepto quede obsoleto, cada objeto viejo desechado, cada sueño paralizado, cada pesadilla sea ataraxia, cada contacto (infectado) conectado con el tacto de la galaxia, en las esquinas de esta esfera azul la perdición anda rondando, contando a la escondida y quemando algo más que solo hierba y tiempo, a la velocidad de la luz caí hacia el abismo solo para recobrar la fuerza gastada, ahora, sin importar la hora cuento nubes anaranjadas al verlas pasar, acaricio conejos aunque no tenga sombrero ni un traje decente para celebrar eso que tanto esperan.