PILTOR: LA HISTORIA 100% REAL NO FAKE

CAPÍTULO 6: TODO MAL

Probablemente nunca hayáis experimentado cómo es la vida después de que alguien haya desaparecido. En el instituto Botikazar, la noticia del secuestro había corrido como la pólvora, tanto entre los alumnos como entre los profesores. El ambiente era muy extraño, y la tensión se notaba en el ambiente. No había quién no se hiciera preguntas que no tenían respuesta.

Aitor estaba solo, sentado en un banco del jardín. Tenía una hora libre y nada que hacer, así que estaba intentando distraerse un poco mirando las nubes. Casi había conseguido evadir su mente un poco cuando escuchó su móvil sonar. Alguien cuyo número no tenía agregado le estaba llamando. Descolgó el teléfono.

-¿Hola?¿Quién es?

-¡Aitor! Soy Laura. ¿Te acuerdas de mí?

Oh, no. Era el peor momento para recibir una llamada de esa chica.

Laura había sido la novia de Aitor durante un par de años hacía tiempo. Lo dejaron bastante pacíficamente y habían intentado mantener la amistad después (sin mucho éxito porque al final dejaron de hablar).

-Vaya, cuánto tiempo...¿ha pasado algo?

-Nada, no te preocupes. Simplemente, ayer me acordé de ti y decidí que te llamaría. Llevamos mucho tiempo sin vernos y quiero saber qué es de tu vida. ¿Tienes esta tarde libre? Podemos quedar para ir a algún bar como hacíamos en los viejos tiempos.

Aitor se lo pensó durante unos segundos. Quedar con Laura podía ayudarle a distraerse un poco del caos que tenía en la cabeza por todo lo que estaba pasando últimamente.

-Está bien. ¿A las seis en el bar de siempre?

-Vale. ¡Hasta luego!

Colgó el teléfono y miró el reloj. Le tocaba dar clase, así que se puso en camino, sin dejar de pensar en lo rara que había sido esa llamada que le acababan de hacer. Sabía que no era buen momento para liarse la cabeza 

Mientras tanto, en otra punta de la ciudad, María se despertaba en el interior de un cuarto oscuro y sin ventanas. Tenía un pie atado con una cadena a una columna, así que no podía moverse mucho. Trató de romperla de alguna forma, pero era imposible. Intentó tranquilizarse mientras pensaba dónde podía estar. De repente, escuchó pasos fuera, que iban hacia ella.

Se abrió la puerta y detrás de ella apareció una persona. María la reconoció al momento.

-¿Qué haces tú aquí?