And there's one more [Link Harem]

Capítulo 3: Sopa rauda de verduras

Zanahoria rauda + leche fresca + halita. Obtienes 2 corazones y mejora la velocidad por 3:20 minutos

Habían estado bajando por más de tres horas. La matriarca constantemente se limpiaba el sudor de la frente por el abrasador calor de la montaña de la muerte.

Yunobo las acompañaba, y Riju pensaba cada cinco minutos "Es tan lento..." y retenía sus ganas de gritar y salir corriendo hasta el pie de la misma.

Vió una vez más a Zelda, cansada, pero no dejaba de tener tal determinación en su mirada de hacerlo. Y recordó que era su rival, sin dejar de verla como una amiga, era su rival.

-Y... princesa- Musitó parando dándole la espalda a la cuesta resbaladiza -¿Cuál dijo que era nuestro punto de encuentro con Sidon... - Miró al suelo avergonzada -... y Link?-

La otra chica frenó en seco al ver tal acción de la jefa de las gerudo.

-¿Huh? Ah sí- Desvió su mirada al bosque de Hyrule -Kakariko-

Bostezó y se estiró en el lugar, estaba cansado por el viaje y apenas habían llegado Sidon ( El cual estaba tan dolido que no había hablando en el camino)y él a Kakariko. Con Teba, claro.

En general, no esperaba tal reacción del príncipe Zora, pero no entendió bien porqué estaba así ahora.

Caminó por la aldea dando traspiés, sonriendo, con las manos encima de los hombros.

Cuando no estaba una real autoridad pegada a él, se tomaba la libertad de actuar como se diera la gana.

Y mostrando esa sonrisa que tanto le encantaba a todas, y sí, había muchas mujeres sonriendo con solo verlo.

Pero era tan despistado que no se dió cuenta, ni siquiera de los susurros.

-¡Disimula Mayu!- Tampoco de ese.

-Se nota que te encantó en segundos- Ni de ese.

Mientras tanto, justo detrás de él, Sidon contraía su cara por los inminentes celos que sentía.

-Eh, ¡Sidon!- Miró a Link, quien volteó la cabeza para hablarle.

-¿S-Si?- Tartamudeó

-Tengo hambre-

Eran altas horas de la noche cuando llegaron a dormir la princesa y Riju. Link estaba en el extremo inferior, que daba a las enormes cascadas detrás de la casa, por lo tanto no se dieron cuenta de él.

Se sentó en la barda y fácilmente se acostumbró al silencio sepulcral que reinaba en el ambiente.

Escuchó los tenues pasos de alguien detrás de él, pero no miró, porque necesitaba dejarse llevar un poco por la noche.

-Hola, Apaya-

La chica soltó un chillido sordo, y se paro al lado de la barda de madera.

-H-Hol-la- Taramudeó mirando a todos lados confundida.

El chico sonrió y ella cada vez se ponía más roja.

-¿Sabes?- Link mostró una mirada tranquila, dulce pero seductora a la vez.

Ella solo se quedó callada, sintió un cosquilleo y empezó a jugar con sus manos.

Sintió la frente ardiendo y su voz tembló.

-¿Estás bien?- Cambió su expresión a una seria repentinamente y eso extrañó a la chica.

-S-Sí... ¿por qué preguntas?- Tragó saliva.

-Estás... roja... deberías entrar, pareces enferma- Se recargó en una de sus piernas y volvió a mirar a las cascadas.

-Oye... ¿puedo hacerte una pregunta?-

-Ya lo estás haciendo, pero, prosigue- Volvió a verla y bostezó.

-E-Esto...- Miró al suelo y se estremeció.

-Vamos...- Apoyó ambos pies en el suelo. -¿No dirás nada? Bien, buenas noches-

Se paró y le dió la espalda cansado mientras ella estiraba su mano.

-Link... me gustaría pasar más tiempo contigo, siempre- Lo último lo gritó y Link empezó a reir suavemente.

-Claro claro, yo también quiero estar contigo, al fin, eres una gran amiga Apaya, podemos invitar a Sidon...-

¡Hola! Perdón por la demora, siempre actualizo DEMASIADO tarde, espero en estos meses actualizar más. He estado muy ocupado con exámenes últimamente. Gracias por su apoyo y lamento que el capítulo sea realmente corto. ¡Nos leemos luego!