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- Uffff por fin acabe.- dice el pelinegro mientras se estira.- hora de llevar estos papeles a donde corresponde.- y así se dispone a salir de su despacho.

Había sido una semana muy ajetreada, aunque ya estaba acostumbrado a lidiar con estudiantes, pues casi siempre el director le pedía ayuda con los de la academia, sin embargo eso no quitaba que fuera algo agotador tratar con jóvenes inexpertos y más que al finalizar tenía que hacer informes muy detallados.

Pero en fin, todo tenía su recompensa y eso era un dinero extra.

Caminaba tranquilamente por el Seireitei, hasta que a lo lejos ve una pequeña figura... al parecer ella también había ya terminado con esos fastidiosos informes. Así que apresuró su paso para poder alcanzarla, no era tan difícil ya que sus pasos eran pequeños.

- Kuchiki.- le empieza hablar pues ya estaba un poco más cerca, pero no recibió contestación.- Kuchiki.- vuelve a intentarlo pero aún nada.- Ei Kuchiki!!.- alza un poco más la voz ya cuando está a su lado. Ella voltea algo sorprendida.

- Hisagi-san....

- Por lo visto andas en las nubes.- comenta

- Eh...!?

- Es que te estuve hablando y nada

- En serio?.- si que parecía muy sorprendida.- lo siento en verdad...- hace una ligera inclinación

- No hay problema.- le sonríe, ella solo le devuelve una ligera sonrisa y se recrimina mentalmente por andar despistada.- por lo visto también ya terminaste los informes.

- Si...- fue su corta contestación y continuaron caminando.

Ninguno sabía que decir y era raro en él pues casi siempre podría encontrar algún tema de conversación... seguían caminado sin decir nada, en ratos la miraba de reojo y noto que de nuevo andaba en las nubes.

Al no recibir platica se volvió a sumergir en sus pensamientos, cosa que la hacían sentirse más estúpida, ya que sus pensamientos eran relacionados con él... Y eso la hacía sentir débil y patética....

- ..... cómo va ?.- logra escuchar esa pregunta, cosa que la desconcierta un poco pues no la escucho completa...

- Mande?.- pregunta volteando a verlo

- Que como vas con tu asenso?.- sabía que no le había puesto atención por ir sumergida en sus pensamientos, por esa razón decidió sacar algún tema para que ella quitara esa seriedad.-

- He logrado acoplarme bien, todos me ayudan y Ukitake-san Taicho me apoya mucho.- dice sería pero con mucha sinceridad.- no la llevo tan mal... O eso creo yo

- Me alegro escuchar eso, pero si llegas a tener alguna dificulta o dudas no te limites y pregúntame....

- Muchas gracias

Y así ambos empiezan a tener una conversación, laboral, pero por lo menos había logrado distraerla.

Después de un rato llegan por fin a la Academia y entregan sus informes al Director, el cual les agradece mucho su apoyo. Y los despide agradeciéndoles de nuevo su ayuda.

- Bueno... por fin me podré tomar un descanso.- dice Hisagi, Rukia solo sonríe al verlo tan relajado

- Ya no tiene más deberes?

- Si pero ya no tantos a comparación de cuando me hacía cargo de la división por falta de Capitán

- Debió ser una temporada muy pesada

- La verdad si, para serte sincero nunca me imaginé que los Capitanes tuvieran demasiado trabajo a pesar de tenernos a nosotros los tenientes y oficiales

- Eh...?.- prestaba mucha atención la pelinegra

- Si crees que tenemos mucho trabajo por ser tenientes estás equivocada.- notaba el gran interés que le prestaba su colega.- no solo tuve que tomar las riendas de la editorial, tuve que arreglármelas para que la división no se viniera abajo y mantenerlos unidos y agregándole a eso descubrí que también hay papeles que solo los altos mandos pueden ver y hacer...

- Es decir que te dieron acceso a todo eso?.- preguntaba con mucha curiosidad

- Si, pero solo por la falta de Capitan.- contesta restándole importancia

- Debieron de ascenderte

- Jajajajajaja, tampoco es para tanto

- Por qué no?

- Aún me falta mucho por aprender y perfeccionar

- Si, pero podrías hacerlo en la marcha

- Podría ser...- sonaba pensativo.- pero por lo pronto me gusta mi vida así, sin tantas presiones y obligaciones, tener un poco de tiempo para mí, además me gusta poder servir a Muguruma Taicho, tengo mucho que aprender de él.- finaliza animadamente y guardan silencio un momento.- Que te párese si vamos por algo para desestresarnos.- propone cuando finalmente ve que llegaron cerca de su división y la verdad no tenía ganas de encerrarse

- No se.- duda un poco.- la verdad aún tengo trabajo que hacer.- dice finalmente

- Es bueno trabajar duro pero también es bueno relajarse un poco, ¿no lo crees?.- ella lo medita un poco y él solo la observa.

Ellos nunca habían pasado tanto tiempo juntos y mucho menos platicado tanto, pudiera ser que unas cuantas palabras, frases o pequeñas conversaciones pero eso solo sucedía cuando se topaban en las reuniones que sus amigos en común realizaban y ambos eran invitados, pero siempre había más gente en esas conversaciones, pero debía de admitir que le había resultó agradable su conversación, cosa que no sintió cuando habían llegado ya cerca de la novena división. Pero aún así no estaba muy segura de aceptar su invitación, aún se sentía algo rara estar junto a él por lo que había pasado hace días en el río. A lo mejor solo eran cosas suyas pues él la seguía tratando como si nada hubiera pasado.

- Y ¿bien? ¿Qué dices?.- le insistió

- Yo...- no sabía si aceptar, la verdad no quería dejar a un lado sus deberes que tenía pendientes, pero había sido agradable la platica la había distraído. Y Si dejaba a un lado lo ocurrido en el río podría disfrutar y sacarle provecho a la experiencia que él tenía, podría ser que hasta le diera tips para poder desempeñar mejor su cargo.- bueno, está bien.- contesta al fin

- Perfecto.- sonríe con orgullo al ver cómo logró convencer a su pequeña colega.- conozco un excelente lugar donde venden un rico ramen y las bebidas no son tan caras

- Alcohol a esta hora?.- no parecía tan convencida

Él solo sonríe divertido por la expresión que pone ella, así que solo le hace una seña para que lo siga. Ella Suspira resignada y comienza a seguirlo, no sabía si había sido una buena idea haber aceptado su invitación una vez que escucho lo de las bebidas, pues el Teniente de la 9va división era muy bien conocido, además de sus grandes logros, por su gusto al alcohol. Pero ya no le quedó de otra, no podía echarse para atrás una vez que ya había aceptado. Solo esperaba no arrepentirse.

Un amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora