I'm still in to you

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" ¡¿No entiendes que no me queda nada?!"

"¡Estás tan cegado que ni siquiera puedes ver que estoy aquí! "

Lan Xichen se consideraba a si mismo como una persona tranquila, y ciertamente lo era, cualquier persona que haya tenido la dicha de acercarse al chico, afirmaría esto.

Sin embargo había algo que alteraba el temperamento neutral de Lan Xichen, sus sueños.

Todo el mundo sueña, pesadillas o todo lo contrario, fuera lo que fuera es algo que le pasa a la mayoría de la población y por lo general no afecta a nadie de sobremanera

Porque claro los sueños, son eso, solo sueños, lugares alejados de nuestra vida diaria, imaginarios, por eso Lan Xichen creía que estos no le afectarían tanto si no se vieran jodidamente reales.

No recuerda el primer sueño que tuvo, han sido demasiados a lo largo de los años pero lo cierto es que recuerda muy bien como pasó

Tendría unos diez años cuando a las cuatro de la mañana había sido bruscamente despertado por algo que tiraba de su pijama, los primeros segundos solo distinguía su cuerpo sudado y su pulso acelerado, pero con el paso de los minutos pudo apreciar que aquello que tiraba tan desesperadamente de su ropa era su hermano menor.

En ese momento la solución fue tomarse un té e ir a buscar a la terraza al conejo de Lan Wangji para que este se tranquilizara

Debió funcionar por que pronto se encontró con un Lan Wangji que había caído dormido sobre su regazo, mientras abrazaba al conejo y con un sueño que amenazaba con ganarle.

Los sueños siguieron atacándole, incluso ahora a sus quince años, a veces se horrorizaba y otras veces se entristecía hasta llegar a las lágrimas, pero para ser sincero, no quería que desparecieran.

Había algo, tal vez una persona, solía aparecer en la mayoría de los sueños, quizás no siempre en buenas circunstancias pero, incluso en las malas, Lan Xichen se veía extremadamente cómodo y familiarizado con esa persona.

No sabía nada, además de que se trataba de una figura preciosa y no quería que se fuera.

Así que tan solo seguía con su vida, siendo plenamente consciente de sus sueños pero sin llegar a perderse en ellos.

La única persona que sabía de esto era su mejor amigo Jin Guangyao

Su reacción fue, bueno...fue extraña

Al principio Lan Xichen temió ser tachado de loco, pero contra toda expectativa Jin Guangyao puso la cara más triste que jamás había visto nunca, ni siquiera el pequeño Lan Wangji se veía tan triste a punto de llorar

Preguntó que pasaba pero Jin Guangyao, de medio metro, diez años y sonrisa adorable, lo envolvió en un abrazo y se soltó a llorar mientras susurraba cosas como " No quiero perderte " " Lo haré bien, esta vez lo haré bien "

Lan Xichen no entendió nada, y comenzó a creer que si tal vez Jin Guangyao no lo había tratado de loco era por que el mismo era uno, por más que preguntaba nunca obtuvo repuestas, con el tiempo el tema cayó en el olvido y no volvieron a sacarlo.

Justamente ahora esperaba frente al instituto de Jin Guangyao, que estaba apareciendo con una gran mancha en la camiseta que su hermano le había prestado.

Al mirar a su derecha Lan Xichen observó como Lan Wangji abría los ojos de sobremanera y susurraba un mero

"¿Qué la ha pasado a mi camiseta?"

Al Jin Guangyao ver la cara de espanto de Lan Wangji apresuró su paso y en un segundo ya estaba ligeramente inclinado ante el hermano menor, con sus manos juntas en el frente

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