KATE
No me puedo mover estoy petrificada entre los brazos de Marcus, ya que casi toda nuestra familia se encuentra en esta habitación y nos encontraron besándonos, no sé qué hacer en este momento. Deberíamos actuar como si no pasa nada; Tal vez debería fingir que estoy teniendo un ataque respiratorio que Marcus estaba dándome respiración boca a boca o debería darle una cachetada a Marcus, y fingir que es otra de nuestras peleas.
¡No seas imbécil Katherine los acaban de ver besándose y por favor! además, estas en el hospital y recién se enteraron de que estas embarazada de él. A ver piensa, piensa, piensa Katherine. En primer lugar, Aléjate de Marcus.
Lentamente me intento alejar de mi ricitos, pero él me lo impide ya que aprieta sus manos en torno a mis brazos, sin llegar a lastimarme. Y antes que yo llegue siquiera a abrir la boca Marcus se me adelanta.
-Supongo que ustedes quieren un explicación y yo se las voy a dar, pero este no es el lugar, ni el momento- Todos se han quedado callados al igual que yo, Marcus lentamente me ayuda a recostarme en la camilla y luego acomoda la sabana que me cubre, y para sorpresa aun más de todos se mantiene a mi lado en la camilla- En este momento lo más importante es Katy, por eso les pido que no la atosiguen con tantas preguntas, cuando ella salga de acá y se encuentre mejor, seré yo personalmente quien les diga todo lo que quieran saber, además yo quiero decirles que me responsabilizo de todo...
Marcus no puede continuar con su monologo improvisado ya que uno a uno de mis familiares se mueve y veo que ingresa a la habitación una nueva enfermera, es una señora con el cabello cano y en su rostro se refleja amargura.
-A ver, a ver, a ver. Soy la enfermera Magnolia Carranzas les informo que en la habitación con el paciente no pueden estar más de dos personas a la vez, esto no es un centro comercial o algo por el estilo, la señorita Villalobos, necesita descansar y para eso es necesario que haya paz y tranquilidad en su entorno y no creo que tantas personas acá la ayuden a recuperarse mejor. Así que por favor les voy a pedir que ya que no han ingresado del todo a la habitación, se ordenen y tomen turnos señores, pueden estar dos visitantes a la vez, los demás esperan su turno en la sala de espera- Y con eso hace señales con su mano indicándoles que desalojen la entrada, en ningún momento Marcus se aparta de mi lado, eso sin duda es lo único que evita que en este momento me dé un colapso nervioso.
Antes de cerrarse la puerta ingresa a la habitación mi mamá, quien va vestida con un pantalón de yoga color negro y una camiseta blanca con una sudadera a juego con el pantalón, en su rostro sin una gota de maquillaje, se refleja la preocupación, el cansancio y sobre todo el miedo, pero aun así se mira guapa, mi madre tiene el cabello de un color negro muy profundo y en las raíces de este, se reflejan algunas canas, ya que lo lleva en una coleta alta en este momento son más apreciables, tiene unas ligeras líneas de expresión alrededor de sus ojos de un azul profundo, ninguno de nosotros tiene el color se sus ojos, todos tenemos los ojos verde bosque de los Villalobos y a excepción de Jorge que tiene el cabello del tono de ella, somos más parecidos a papá, lo cual lamento ya que ella a pesar de los años que tiene es totalmente hermosa, no importa que no lleve maquillaje, que últimamente no haya dormido bien, o que pase llorando la mayor parte del tiempo ella es preciosa.
-Katy. Mi amor, mi nena hermosa, estaba tan preocupada por ti, cuando me enteré que estabas en el hospital, creí que esta vez sí me volvería totalmente loca, ya que es mi culpa, que tú te encuentres acá, perdóname mi vida todo es mi culpa- mi mamá se acerca más a mí y se sienta al lado opuesto de Marcus en la camilla y sin mediar más palabras me toma se inclina en la camilla y me toma entra sus brazos mientras deja salir aún más llanto, siento su cuerpo estremecer y eso hace que mi corazón se rompa en mil pedazos. Ella ha sufrido mucho sobre todo últimamente, para protegernos tanto a mi como a mis hermanos a mis hermanos y los Fuentes, no puedo creer que aun así pueda por un segundo culparse por lo que a mi pueda pasarme.
