Capítulo 11

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MARCUS

-Voy a bajar Katy- Le aviso mientras poco a poco estiro la soga, y afianzo mis pies.

-Ten cuidado Marcus está muy alto- Escucho la voz de Katy entre sollozos.

-Tranquila he hecho esto otras veces solo no te muevas- le digo, primero para que no se asuste ya que tengo bástate experiencia y segundo para que no sufra más por el dolor, si sigue moviendo su pierna se lastimara más.

Mientras voy bajando tenso más la cuerda, para que me sea más fácil sostenerme y así también, será más fácil subir junto con Katy, después de unos minutos estoy por fin en la zanja y he comprobado que el tipo de tierra es bastante compacto, por lo que me será más fácil subir, ya que no nos deslizaremos.

Continuo bajando y una vez mis pies toca el fondo de la zanja me vuelvo con dificultad ya que es bastante reducido el espacio y sin poder evitarlo me inclino y abrazo a Katy, quien para mi sorpresa responde a mi abrazo y comienza a llorar muy fuerte.

-Marcus me duele mucho- me dice en medio de llantos e hipeos y eso me trae a la realidad tengo que sacarla de acá y llevarla al campamento, para que la revisen.

-Vas a estar bien Katy, pero ahora, vamos tengo que llevarte al campamento- le digo mientras me doy la vuelta lentamente, para quedar en cuclillas y que ella pueda subir a mi espalda, y así poder sacarla de ahí, pero parece no entender, porque no se mueve ni dice nada así que yo vuelvo mi cara y haciendo un poco hacia atrás mi casco, fijo mi mirada en ella y le digo- anda Katy sube a mi espalda, para que salgamos de acá.

Ella pasa el dorso de su mano por sus mejillas y sorbe su nariz, en un intento infructuoso por parar su llanto se ve tan tierna cuando hace eso, ya que tiene las mejilla y naricita rojita de tanto llorar, y eso hace que mis ganas por reventarle la cara a Alexis crezcan a un más, por haberla alejado del grupo y sobre todo por no tener cuidado dejándola caer en esta zanja, pero eso no es importante ahora solo importa ella, así que debo apresurarme. Por ello le digo:

-Vamos Katy sube a mi espalda tengo que llevar a que te revisen- con voz tranquila, pero ella niega con la cabeza en reiterada ocasiones y luego agrega.

-No Marcus, no.... yo... yo peso mucho yo... estoy gorda... tú solo no podrás- me dice con la voz muy baja y aun sollozando, eso definitivamente acaba de terminar de romper mi corazón, porque recuerdo las palabras que yo mismo le dije esta mañana.

¡Soy un imbécil!

¡No, yo soy el más grande de los imbéciles!

Ella dice eso porque yo le dije que pesaba demasiado, para cárgala, pero solamente dije eso, para entretenerla un momento, para que no se juntara con Alexis, aunque sí, es verdad que ya antes la he llamado gordita, pero no lo hago con ánimo de ofenderla, más bien es una forma cariñosa de llamarla, porque Katy, no está gorda en lo absoluto, tiene un peso normal, sí, yo la llamaba gordita pero era porque cuando éramos más pequeños tenia los cachecitos rellenitos, los cuales eran adorable y tierna.

Pero conforme pasaba el tiempo eso cachecitos se fueron, más a mí me gustaba recordarla así, sin embargo algunas chicas del colegio le dicen apodos haciendo alusión a que esta gorda porque a Katy le gusta utilizar la ropa un poco floja, no tan pegada al cuerpo como a las otras chicas, pero no es verdad que ella sea gorda al contrario tiene un cuerpo muy bonito, y lo digo porque cuando vamos a la casa del lago con la familia y ella utiliza bañador me es imposible apartar mis ojos de ella, tanto así que debo inventar escusas o bromas, para disimular el hecho de verla y tengo pensamientos no muy apropiados, con cada parte de su cuerpo precioso.

Nuestro Secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora