MARCUS
Tomo los restos que quedaron del almuerzo y los llevo al cubo de basura que esta junto al escritorio, mientras Katy con un poco de dificultad mueve la mesilla a un lado de ella, ninguno de nosotros ha dicho nada en todo este rato, solamente nos dedicamos a comer, pero no pasa desapercibido para mí el hecho de que Katy se siente incomoda con mi presencia.
-Marcus...- Escucho que dice muy suave y yo regreso junto a ella y tomo asiento en la orilla de la camilla, para prestar totalmente mi atención, tiene las mejillas muy sonrojadas y los ojos un poco brillosos lo cual me pone un poco mal, porque creo que en cualquier momento se puede poner a llorar y eso me pone alerta.
- ¿Qué pasa Katy, te duele mucho la pierna o la mano? ¿quieres que llame a la enfermera o la señorita Castañeda? - ella solamente niega con la cabeza y por un momento guarda silencio, por ello hago la siguiente pregunta, aunque no estoy seguro de querer la respuesta- o es... que... ¿quieres que me vaya? - lo último suena casi en un susurro, pero ella rápidamente niega con la cabeza y se apresura a decir.
-No, no, no... es decir, no quiero que te vaya, bueno a menos que tú quieras irte- el color de sus mejillas se ha intensificado y por un momento me veo tentado a subir mi mano y acariciarlas, pero reprimo ese impulso porque sé que aún tengo muchas cosas que decirle y sobre todo pedirle perdón.
-No, yo no quiero irme. Quiero estar acá contigo Katy- una leve sonrisa se forma en sus labios, solo dura unos segundos, porque toma aire antes de casi susurrarme
-Bien- por su actitud parece que ella quiere decirme algo más y justo cuando le iba a pedir que continuara estucho como se abre la puerta y ambos volvemos nuestra mira justo cuando ingresa la señorita Castañeda seguida por la enfermera Sandra.
-Bueno chicos veo que han terminado el almuerzo. Eso es bueno porque ya es hora irnos el autobús está listo y casi todos sus compañeros están ya en sus asientos así que debemos apresurarnos.
Vemos como la enfermera Sandra se mueve por la habitación y saca de una pequeña bodega una silla de rueda, la cual despliega y la acerca a la camilla donde se encuentra Katy yo rápidamente me muevo, para ayudarla a acomodarse en la silla y nos disponemos a salir del pequeño consultorio. La señorita Castañeda me abre la puerta y yo empujo la silla de ruedas, luego somos seguidos por la enfermera Sandra.
Justo al llegar a la puerta del autobús con mucho cuidado la tomo en mis brazos y dejando la silla de ruedas de lado, subo los escalones, mientras la señorita Castañeda se ocupa de devolver la silla a la enfermera.
Cuando subimos no pasamos para nada desapercibidos, ya que todos dentro del autobús se quedan callados cuando me ven con Katy entre los brazos, pero rápidamente pasa la impresión ya que comienzan a murmurar y eso hace que el cuerpo de Katy entre mis brazos se ponga tenso así que yo en un acto de protección y sin importarme si aún no han subido quienes iban en los asientos de la segunda fila, dejo a Katy con mucho cuidado en asiento junto a la ventana y me siento junto a ella del lado del pasillo, ya que por nada del mundo voy a dejar que el imbécil que Alexis se siente junto a ella o alguien más que vaya molestándola con preguntas estúpidas durante todo el viaje.
Además, estoy encantado de ser yo quien este junto a ella durante las próximas dos horas de camino, para cuidarla y estar pendiente de ella.
-No tienes que sentarte junto a mi sino quieres Marcus, estoy segura de que quieres ir con tus amigos, en los asientos de atrás o con Lena... - cuando dice lo último desvía su mirada hacia sus manos. Es tan tierna cuando hace eso y por un momento me permito analizar su comportamiento y sus palabras ella está ¿celosa de Lena? Porque creía que venía con ella en el viaje o es que... ¿Katy venía con Alexis y ahora quiere ir con él nuevamente? Y sin poder evitarlo esas palabras salen de mi boca
