Capítulo IX : El Enemigo al acecho

456 31 11
                                    

     Papá y Syaoran estaban frente a frente y yo a su lado totalmente en silencio, ni siquiera podía emitir el más mínimo sonido o al menos realizar el más mínimo movimiento, sabía que debía presentarlos formalmente, la cara de curiosidad de mi padre y la seguridad en la cara de Syaoran me lo decían pero no lograba conseguir mi voz, la mirada de mi padre pasaba de Syaoran a mí y viceversa, hasta que por fin se dio cuenta que yo estaba demasiado nerviosa como para hablar.

- Hola, es un placer conocerte, mi nombre es Fujitaka Kinomoto, soy el padre de Sakura, su prima me llamo hace un rato para informarme lo que había pasado, estaba muy preocupado por eso decidí esperarla fuera de la casa, Tomoyo me dijo que un buen amigo la traería, muchísimas gracias de verdad, supongo que debiste faltar a la ultima hora de clase, lo lamento, si quieres puedo hablar con tus profesores para que te permitan recuperar la clase - Mi padre le tomo una mano con ambas manos y le sonreía muy amablemente y a la vez preocupado, miré a Syaoran y estaba rojo como un tomate, me di cuenta que estaba muy avergonzado así que decidí intervenir aunque ya era un poco tarde lo presentaría como se debe.

- Papá, el es Li Syaoran, el chico que te comente que provenía de Hong Kong, y un gran... amigo, ha sido muy amable en acompañarme hasta aquí – Le dije mirando a Syaoran para darle un poco de valor, su cara cambio repentinamente y puso una cara muy amable y cordial.

- Es un verdadero placer conocerlo señor Kinomoto, Sakura me ha hablado mucho de usted, no se preocupe por las clases ya la directora les había informado a los profesores sobre la situación y que si debíamos faltar se nos permitiera recuperar la clase, no planeaba dejar venir a Sakura sola, yo también estaba muy preocupado, quería asegurarme de que llegara con bien – Syaoran le sonreía ampliamente a mi papá y él lo miraba con un poco de asombro en su rostro, luego sonrió de nuevo.

- Es un gusto saber que mi hija tiene tantas buenas personas a su alrededor que se preocupan y cuidan de ella muchísimas gracias por todo de verdad, ¿Deseas pasar a tomar un Té? Si quieres puedes quedarte para la cena... - Mi papa lo había invitado a cenar con nosotros y mi corazón dio un vuelco ante la idea, de repente me vi haciendo una suculenta cena para Syaoran y la idea me hizo sonreír instantáneamente así que no pude contenerme y dije:

- ¡¿Siiii?! Por favor Syaoran quédate a cenar, prometo que cocinaré algo delicioso – La cara tan bien controlada de Syaoran tomo un color carmesí intenso y para evitar mirarme miro a mi padre rascándose la nuca, el color de su rostro no disminuía.

- ¿No seré una molestia para ustedes? No me gustaría incomodar – Syaoran había hablado un poco más bajo de lo normal denotando su vergüenza, sin embargo mi papá le coloco una mano en el hombro y le sonrió nuevamente.

- Claro que no serás molestia, has hecho mucho por mi hija y además te preocupas y cuidas de ella es una forma de agradecerte por ser su amigo y estar en su vida ¿No es así pequeña Sakura? – Mi papá me había guiñado un ojo en señal de complicidad y ahora yo también me había puesto tan roja como un tomate - ¡Vaya! ¡Qué hermosa es la juventud! – Decía en tono soñador, nos tomo a ambos por los hombros – Pero ya vayamos adentro empecemos por ese Té ¿Les parece? – Hizo un gesto con la mano para que camináramos delante y así entramos en la casa.

      Papá y Syaoran estaban en la sala mientras yo preparaba el Té, me sentía extrañamente ansiosa, tanto que la tetera temblaba en mis manos mientras vertía el Té caliente en las tazas, estaba tan nerviosa, sabía que todo se debía a la presencia de Syaoran, deseaba que todo saliera bien en la cena, y una de las cosas que más me preocupaba era que mi hermano terminaría su guardia en una hora o dos, solo deseaba que en cuanto llegara a casa no se armara una grande, mi hermano tenia complejo de monstruo cuando se trataba de que algún chico se me acercara, al menos tenía de mi parte a papá.

DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora