『 Chapter ✧ 22』

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—No te preocupes— respondió Jungkook, hallándose a sí mismo sonriendo involuntariamente—. Yo también hablo de perritos en voz alta.

—¿De veras? Woah— exclamó el desconocido, acabando por meterse en el agua y nadando hacia él—. ¿Quién lo diría? Tengo tanto en común con un asesino en potencia. Dime, ¿cuál es tu raza favorita?

Sinceramente se lo pensó.

—Shiba Inu.

—No inventes— dijo asombrado, como si el dato fuera realmente interesante. se esforzó por dejar de sonreír, pero no pudo—. Esos perros son tan lindos. Yo tenía uno y mi mamá decía que parecía un hámster mutante.

—¿Y cómo se llamaba?

—Si te digo, te vas a reír— lo acusó y Jungkook soltó una suave carcajada por la idea—. Todos se reían de mí cuando les decía el nombre. Era horrible.

El castaño levantó una mano en el aire.

—Te prometo que no me voy a reír.

—Mira, sé que te vas a reír, pero te lo diré igual—Hubo un corto silencio, donde el desconocido parecía estar preparándose mentalmente para loque estaba a punto de decir. Y como si fuera una declaración de vida o muerte, lo soltó de golpe—. Dog ninja.

Jungkook rompió en risas.

—¿Ves? Sabía que esto iba a pasar— jadeó el desconocido.

El castaño ocultó su gran sonrisa tras su mano, rogando para que ésta disminuyera, mas las carcajadas tan sólo empeoraban cuando recordaba el nombre del can.

—No puedo creer que lo hayas llamado Dog Ninja.

—En mi defensa, era un niño y creía que era un nombre cool. Lo peor de todo, es que el nombre completo era Sir Christopher Dog Ninja, lo que simplemente hace esto aún más vergonzoso para mí, no sé por qué te lo dije.

Jungkook soltó una carcajada aún más fuerte y el desconocido le sonrió.

—¿Y?— dijo—. ¿Cómo te llamas?

El castaño apenas pudo recobrar el aliento.

—Kook.

—¿Kook? Qué nombre tan corto. Sin apellido ni nada. Impresionante— Jungkook se preguntaba qué clase de drogas consumía para decir tantas tonterías en tan poco tiempo—. Puedes llamarme Min.

—¿Min?— repitió, para cerciorarse. El supuesto Min asintió—. Qué nombre tan corto. Sin apellido ni nada. Impresionante— lo imitó.

—¿Y qué quieres que haga? ¿Darle mi nombre entero a un asesino? No, no, mi mamá crió a un niño listo— sentenció, antes de añadir:—. De acuerdo, puede ser que me haya caído por las escaleras un par de veces, pero eso no implica nada, Kookie.

Una ola de nostalgia inundó su cuerpo cuando escuchó ese nombre. "kookie". Sonrió, descubriendo que no le molestaba que el desconocido le llamara así. Por el contrario, resultaba bastante agradable viniendo de él. Sus ojos se hicieron pequeños debido a su sonrisa.

—¿No, ButtMin?

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El reloj marcaba las 00:24. Y no había rastro de Jungkook.

¿Se habría ahogado en las aguas termales? No eran tan profundas, pero era probable que hubiese ocurrido. ¿Estaría muerto? Se incorporó,saliendo de la cama, y encendiendo la luz. Tendría que ir a buscarlo.

Amarró la bata alrededor de su cintura y salió del cuarto del hotel en dirección a las aguas. Jimin de verdad odiaba ser la niñera en esta situación, pero era eso o irse a dormir con cientos de teorías en mente.

Quién sabía, tal vez Jungkook había sido acechado nuevamente por un idiota como el de aquel bar. Era su responsabilidad protegerlo. ¿Lo es?, dijo su consciencia, apareciendo cuando menos la necesitaba. Claro que era su responsabilidad. Como novio falso y cliente, necesitaba cuidarlo y... esas cosas.

Además, habíaconcluido que ser amigos era la mejor opción, y los amigos se cuidaban entre ellos ¿no?Cruzó por el salón de juegos, viendo por el rabillo del ojo la mesa de tenis, la cual estaba siendo usada por dos sujetos bastante gritones. Siguió avanzando, y se detuvo cuando finalmente procesó la imagen.

Regresó en sus pasos, observando a Jungkook y a alguien que no conocía, jugar tenis de mesa, entre risas fastidiosas y comentarios burlescos. Se mantuvo ahí de pie, sin estar seguro de qué era lo que estaba burbujeando en su interior.El primer favor que Jungkook había "canjeado" fue "Ser su leal y fiel Cupido". Aceptó —aunque no tenía más opciones—, porque era un pedido fácil de cumplir. Sólo necesitaba darle un empujón, acompañarlo al bar para que no estuviese solo, salvarlo de idiotas con complejo de violador.

¿Entonces por qué se sentía tan molesto?

—¡Já!— exclamó Jungkook sonriendo victorioso por haber ganado la partida. El desconocido se tiró de rodillas al suelo—. Me debes un helado, ButtMin.

Jimin frunció el ceño. ¿buttMin? ¿Qué Demonios? ¿Por qué ese perdedor se ganaba un buen apodo y él seguía siendo Jimencito?

Sabía que debía estar medianamente feliz por Jungkook. El chico quería un novio, uno real, y para eso obviamente tendría que conocer gente, pasar tiempo con esa gente, hablar con esa gente. Y ahora lo estaba haciendo. Charlando y jugando cómodamente con alguien mientras Jimin lo había estado esperando como un imbécil en su habitación.

Dios, él realmente estaba enfadado sin tener el derecho de estarlo. Inhaló hondo y calmó sus chakras, o lo que fuera que estuviera sacándolo de sus casillas. Optó por irse a dormir, en observación de que parecía ser lo más sensato. No podía esperar a Jungkook toda la noche ¿o sí?

El desconocido se levantó y enfrentó al castaño, parándose demasiado cerca para su gusto.

—¿Podemos hacerlo de nuevo?

—No, no. ¡Yo gané! ¡Quiero mi helado!

—Bien, si tú ganas, te compro dos helados. Pero siyo gano, tendrás que decirme cuál era el nombre de tu primera mascota.

Jimin pensó que rechazaría la oferta y se excusaría para retornar a la habitación; considerando lo tarde que era, su retirada habríasido comprensible.

Sin embargo, su expresión desafiante indicaba que, por lo contrario a lo que esperaba, estaba peligrosamente tentado por aceptar la idea, drenando todo rastro de calma del pelinegro cuando Jungkook pareció sopesarla.Tiene que ser una broma.

—¿Qué dices? ¿Vamos por otra ronda, kookie?— propuso el desconocido con descaro.

Jimin hizo tronar su cuello, mientras sus piernas empezaban a moverse por cuenta propia.

Sobre mi cadáver, "ButtMin".

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