『 Extra 2: Night』

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Centrado en el [CAPÍTULO 37]

Descubrió que estaba enamorado de Jin a los quince años.

Aún podía recordar los celos irracionales que lo albergaron cuando vio al mayor charlando animadamente con una chica, en medio de los corredores tras finalizar las clases. Jimin acababa de salir de geometría, feliz de poder reunirse con su hyung, para que ambos pudiesen ir a visitar a un Taehyungie enfermo a su casa.

Mas su sonrisa se borró desu rostro, cuando la mano de la chica acarició el mentón del mayor, como si fuese un gesto regular. El dolor en su pecho fue uno de los primeros indicios. Uno bastante difícil de ignorar, cuando era incapaz de razonar su molestia. Tener celos de un chico, era fácil de justificar, pensar "yo soy amigo de Jin y no quiero que tenga otros amigos que me reemplacen" tal vez.

Pero tener celos de una chica era algo... completamente diferente. Fue abrumador. Fue... una pesadilla. Su madre se había encargado diariamente de inculcarle sus creencias, de hacerle ver que la homosexualidad era un pecado, un error que iba en contra de la naturaleza y que necesitaba ser exterminado de cualquier forma posible.

Aquella noche se quedó mirando el techo de su habitación hasta la madrugada, pensando en qué diría su madre, cuando se enterase de lo que su hyung le hacía sentir. Se enamoró como cualquier otro adolescente... o quizás peor. Jimin nunca había experimentado el amor antes. Su vida era el basquetbol, sus estudios y su hermana. ¿Cómo se suponía que se enfocaría en algo como el amor, cuando era su última prioridad?

Jin fue el principio, lo que tiró del hilo, que finalmente le hizo aceptar su orientación sexual. Reconocer que se sentía atraído por los hombres, mas siendo incapaz de demostrárselo al resto. Jin le hizo comprender. Jin fue un paso crucial en su vida, que le permitió avanzar. Gracias a Jin y a los sentimientos que despertó en él, Jimin se transformó en lo que actualmente era, y no podía estar más agradecido con el mayor.

Pues sin él quizás no se habría conocido a sí mismo. Sin él quizás se habría quedado estancado en un mundo donde no existían lasposibilidades para alguien como Jimin. Porque para Jimin, un chico perdido que carecía de una brújula, Jin significó el mundo, al convertirse en el guía que lo condujo hasta donde se hallaba ahora. Era su principio y también su final.No había un antes.

No había un después. Acabó por acostumbrarse a amar a Jin, de tal modo que se obligó a sí mismo a no superarlo. No importaba si no reciprocaba sus sentimientos o si estaba con Taehyung. A Jimin le bastaba poder amarlo, porque ahí, con la persona que le había enseñado el camino, el resto del mundo cobraba sentido.

Para él, sus propios sentimientos siempre habían sido claros. Hasta aquella pregunta.

"¿Lo querías mucho?"

¿Qué clase de pregunta era esa?

¿Cómo se suponía que debía saberlo?

¿Quererlo?

¿Lo hacía?

Jimin jamás había considerado querer a otra persona. Y aunque era consciente de que Jin desconocía que Jungkook había sido su novio falso durante todo ese tiempo, no pudo evitar cuestionarse lo que realmente sentía por el castaño.

¿Cuándo las cosas habían comenzado a cambiar?

¿Acaso sucedió durante su cita?

Cuando entró al local y vio al castaño sentado a la mesa, con la mirada enfocada en el florero. Luciendo deslumbrante en una camisa que realzaba el tono canela de su piel y el rosa tenue de sus labios.

¿O quizás en la tienda? Cuando fue a comprar sus cortinas y se encontró llamando a Jungkook sin pensar. Relajándose al escuchar su voz. Sonriendo como idiota cuando su tono fue suave a través del auricular y la comprensión de que necesitaba detener ese "algo" entre ellos lo golpeó de pronto. ¿O aquel día en su departamento? Con Jungkook riéndose en su cocina.

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