Demeter

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Para que no se confundan con la siguientes escenas, debo decir que esta historia esta basada en la actualidad, solo para darle un toque mas divertido.

Persefone.

Estaba recostada en la cama con las mantas hasta el cuello y con un árbol de manzanas junto a mi del cual tomaba una de vez en cuando.

En general los programas de los mortales me aburrían, pero este en especifico me parecía bastante entretenido y divertido.

Trataba sobre seis amigos con nombres bastante peculiares, y sus vidas en un lugar llamado New York, no sabia donde era ni quien le pondría ese nombre tan ridículo a un lugar, pero eso era lo que hacia mas gracia.

Solté una carcajada justo en el momento en que mi madre entro, esta me miro con desaprobación ante el sonido que acaba de hacer.

Yo no tengo la culpa, yo no elegí que mi risa fuera estruendosa y pareciera que me estaban ahorcando, en vez de delicada y silenciosa como la de mi madre.

Ella se acerco a mi cama con suma elegancia y se sentó junto a mi.

-me desobedeciste-dijo en un tono seco y cansado.

Mi mente viajo a la escena de Hades y mía minutos antes de que mi madre llegara.

-una de las ninfas me dijo que te vio hablando con Afrodita.

Un peso cayo de mis hombros ese tema seria mucho mas fácil de esquivar que el otro.

-ella se acerco a mi, yo solo fui cortes.

-no vuelvas a hablar con ella, no me importa que seas descortés, a partir de ahora limitate a hablar con Artemisa y conmigo.

-sera un poco difícil ser sacerdotisa de Atenea sin poder hablarle.-dije sonriendo.

-no lo sera, porque no iras.

Mi mente olvido como hacer que mi cuerpo se moviera, quede con una mueca de confusión y sin poder moverme por varios segundos.

-¿e-es una broma verdad?.

Sabia que no bromeaba, mi madre nunca lo hacia.

No es que deseara ir a ese lugar y convertirme en sacerdotisa, de hecho era todo lo contrario.

Pero que mi madre cambiará de opinión tan drásticamente me preocupaba, ella no era así.

-no Persefone, no es una broma; No iras con Atenea, y a partir de ahora por lo menos hasta que yo lo decida no saldrás de casa; solo podrás ir con Artemisa al prado y volver antes de que oscurezca.

-¿que?, madre si esto es un castigo por lo de Hades, no paso absolutamente nada, fue solo algo sacado de contexto.

-esto no tiene nada que ver con Hades.

Me estaba mintiendo, lo sabia aún cuándo mi madre no lo creía, la conocía y muy bien.

Estaba hecha una furia, mi madre no podía hacer eso; ya no era una niña desde hace tiempo, (aunque tampoco me consideraba una adulta),  Simplemente era algo intermedio.

Y en ese intermedio mi madre no podía prohibirme no salir de casa.

Estaba enojada y no solo con ella, también con Hades. Ya que de una forma u otra sabia que su conversación con mi madre era la causante de todo esto.

Lo maldije con todas mis fuerzas.

Hades Y Persefone (RG #1).  En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora