Hades Y Persefone (RG #1). En Pausa

escape parte 2

Persefone.

No volveré a ver el sol de nuevo.

Hades se lo dirá estoy segura, mi madre jamas volverá a dejarme salir por toda la eternidad.

-¿que haces fuera de tu cuarto florecilla?- dijo con sorna.

¿florecilla?.

-por favor no se lo digas.

-¿a quien?- dijo alzando las cejas.

-a mi madre, ella me encerrara para siempre, no, ella me matara, luego me revivirá para volver a matarme, y te obligara a ti a encerrarme en tártaro- dije caminando de un lado a otro.

Una carcajada sonora resonó en todo el bosque.

Fruncí el ceño. ¿se estaba riendo de mi?.

Una planta creció y tomo sus manos una a cada lado de su cuerpo. Pero el seguía riendo.

-esto no es gracioso- dije molesta.

¿Quien se creía para reírse de mi?.

-claro que lo es, eres la mujer mas dramática que ha existido.

Mis plantas calleron muertas a su lado y se acerco a mi.

-tranquila, no diré nada.

Tomo un mechón de mi pelo y lo puso tras mi oreja.

-¿como es que alguien como tu puede tener un destino como ese?- dijo mas para si mismo que para mi.

Parpadee confusa.

-¿que..?

Entonces lo recordé.

-¿es por eso que mi madre no me deja salir?, ¿me pasará algo malo?- pregunte con un hilo de voz.

-nunca dije que seria algo malo, por lo menos no para mi.

Comenzó a acercarse aun mas hasta quedar a pocos centímetros de mi cara.

Sonrió. Y sentí mi corazón desfallecer.

Se separo de mi abruptamente, y comenzó a caminar hacia la casa.

-tu secreto esta a salvo conmigo florecilla-dijo mientras se alejaba alzando una mano en señal de despedida.

-•-

Me desperté gracias a Artemisa que entro gritando a mi cuarto.

-¡Persefone!, tu madre me dijo que ya no te iras con Atenea, debes estar feliz-empezó a zarandearme con fuerza.

Yo solo me tape la cabeza con las cobijas en respuesta.

-si tengo que ser honesta, yo también estoy feliz, no se que haría sin ti arrastrándome a travesuras todos los días.

Gruñi molesta por mi amiga.

-por cierto ya que tu madre fue al Olimpo con Zeus, ¿cual sera la travesura de hoy.

Me levante de un solo movimiento.

Mi madre no estaba.

Sonreí mirando a mi inocente amiga.

-Creo que hoy saldré yo sola.

-¿tu sola?- Artemisa dudo un momento.

Rogué que mi mama aun no haya hablado con ella.

-esta bien, pero no te alejes de el prado.

Ella me sonrió, antes de levantarse e irse.

Suspire culpable, si mi madre se entera me matara a mi y castigara a Artemisa.

-•-

Tome un tulipán blanco y lo acerque a mi inhalando su aroma.

-buenos días- una voz femenina me saludo.

Levante la cabeza, y me topo con una mujer de ojos negros y cabello castaño.

-estoy buscando a Persefone.-dijo agitando su melena.

Me levante de inmediato.

-soy yo-dije con fingida seguridad.

Nadie jamas me buscaba a mi, siempre era a mi madre o a Artemisa.

Ella sonrió en mi dirección, no fue una sonrisa amable, sino todo lo contrario.

-por Estigia has crecido demasiado, dejame presentarme ya que es probable que no me recuerdes.

Extendió su mano hacia mi, su mano larga y pálida.

-soy Eris.