02| ❝ Sucumbiendo, de nuevo.

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❝ Sucumbiendo, de nuevo. ❞
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Gojou Satoru se ve a sí mismo como una persona lo suficientemente genial como para tener el poder y derecho de enfrentarse cara a cara a los altos mandos dentro del mundo de los hechiceros. Fuera de ese mundo no es conocido, eso y que su fuerza no tiene algún significado para los no-hechiceros. Ah, pero es lo suficientemente genial en cuanto a aspecto se trata como para darse su buena vida fuera y ser admirado por muchos ojos curiosos. Ya antes le han dicho que es un tipo "candente", cosa que solo logró subir su ego unos quince mil niveles más arriba de donde estaba.

Sin embargo, ninguno de sus aspectos peculiares podían ayudarlo a la hora de shippear. Todo se derrumbaba, nada importaba, y sucumbía. Caía patéticamente en su faceta shipper, una faceta que parecía no tener fin; era tan "Sin limites" como su técnica maldita.

Después de que lo mandaron a hacer algunos negocios para la academia tuvo que dejar a sus tres lindos estudiantes a cargo de alguien más. ¡Ah! Sí, sí, tres, pues ahora había una chica en el equipo, Nobara. Tal vez esto podría provocar un triangulo amoroso ... o eso pensaba por el momento.

Mandaron a sus lindos niños a una misión peligrosa; siendo solamente de primer año decidieron hacer que se encargaran de una maldición de primer grado. Parecía que era uno de los embriones malditos. Tenían su historia, una vieja, pues esos eran los embriones que sacaron del cuerpo de una mujer que tuvo a estos mismos de una maldición. ¡Una maldición fecundó a una humana! De allí los embriones que tuvieron sellados hasta ahora.

Bueno, y en esa misión ultrapeligrosa para personas inexpertas como lo eran ellos tres, tuvieron que enfrentarse a una maldición que había ingerido a uno de los dedos de Sukuna, como hizo Itadori-kun. Fushiguro fue en busca de Nobara, pero la maldición no quería dejarlos ir, así que Yuuji se quedó a enfrentarse a él. Sin embargo, por su falta de experiencia, tuvo que dejarle las cosas a Sukuna, y cuando hubo terminado quiso dejarle el control de su cuerpo al dueño, a Yuuji, pero algo sucedió que no pudo retomarlo al instante. Aprovechándose de la situación, Sukuna decidió salir a hablar con Fushiguro y posteriormente pelear con éste. Le quitó el corazón al cuerpo de Yuuji para que muriera si éste decidía recuperar el control, esto enfureció a Fushiguro, pero no había nada qué hacer al alcance del pelinegro. Supe que Fushiguro le dijo a Sukuna porqué había decidido ayudar a Yuuji y las cosas que apreciaba de él, Yuuji volvió a tener control sobre sí mismo justo después de eso, pero por falta de un corazón murió, dándole las gracias a Fushiguro por sus palabras. Y Sukuna admitió tener interés por Megumi y sus poderes.

¡Ah, cuanto le habría gustado a Gojou estar allí y escuchar las palabras que se dedicaron! Si con solo saber un poco lo que sucedió vio un potencial más que tremendo en esos dos. Se había vuelto un trio amoroso, y no con Nobara, sino con Sukuna. ¡Qué emocionante! Chilló por la misma emoción, sin embargo, ésta no duró mucho por el hecho nefasto de la muerte de Yuuji Itadori. Se sentía tan mal por ello que tenía una sed de sangre parecida a la de aquella vez, aquella vez cuando no pudo protegerla a ella... Y ahora tampoco pudo hacer nada por Itadori. Pero seguía teniendo esperanzas, unas que le aliviaban el corazón y calmaban su sed de sangre.

El que se las vería con él sería ese maldito vegestorio con título de director. Estaba más que seguro de que fue él quien mandó a Yuuji y sus compañeros a esa misión con la intención de asesinarlo.

Al llegar a reunirse con él su furia era menor. El hecho de que sus acciones fueron premeditadas y ordenadas sin escrúpulo alguno seguían hirviéndole la sangre al peliblanco, pero cierto hecho había calmado su monstruo interior, por llamar a su furia de alguna manera.

Ahora era cuestión de ver cómo fluían las cosas alrededor con el pasar del tiempo. Mientras tanto, seguiría regocijándose dentro de sí por hacer lo que le plazca sin ser descubierto por los altos mandos. No es como si estuviera haciendo algo ilegal, pero seguro sería una tremenda sorpresa cuando el director y los altos mandos de Jujutsu lo descubrieran; y no sería por un descuido, pues no había alguien más cuidadoso que Gojou Satoru. El portador de los seis ojos mostraba sus cartas a propósito.

Aparte de eso, quería deleitarse formando sus shipps y una que otra historia loca en su mente fudanshi.

Había sucumbido de nuevo ante el Satoru fudanshi. Y, de nuevo, no se avergonzaba.

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9/02/20

[HIATUS] Gojou Satoru y sus habilidades especiales para espiar. - JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora