05| ❝ Fuertes deseos. ❞

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───────05───────
Fuertes deseos. ❞
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¿Cuántas probabilidades hay de que a un adulto se le considere un pedófilo solo por el simple hecho de convivir continuamente con un grupo de adolescentes? Uno podría sorprenderse de lo común que es esa realidad.

Y por rumores sin fundamento Gojou Satoru era arrastrado a ese montón de basura humana denominada como "pedófilos" por el mundo hechicero.

Vaya sociedad que piensa solo en locuras.

Satoru en su interior estaba sufriendo, aunque obviamente no se notaba pues por cada cosa que hacía recibía una mala cara. Solo podía estar tranquilo con el director, Ishiji, Mei Mei, Yuuji y Shoko. Aunque esta última tenía sus formas de expresarse con el humo de su cigarrillo. Y Yuuji, por más raro que parezca, permanecía con la misma expresión expectante al mundo, sin cambiarla mucho. Por eso y más le parecía perfecto para Megumi.

Y entrando en el tema de su shipp, ese día había visto algo interesante. Además de que su querido pupilo había consultado con él para preguntar sobre Itadori.

Fushiguro estaba preocupado por el bienestar de Yuuji, por la vez que Sukuna le quitó el corazón a su cuerpo y porque ahora sabía que la misma escuela buscaba matarlo, sin embargo la intervención desafortunadamente afortunada de las maldiciones de alto grado desvió la atención hacia ellas y las quitó de Itadori. Eso aliviaba al pelinegro, pero se preguntaba si habrían otras ocasiones en las que buscaran quitarle la vida a Itadori antes de lo acordado.

El pecho de Satoru se estremeció de orgullo al saber que Megumi tenía esas preocupaciones por su amigo.

─ No te preocupes por eso. Ahora que todos sabemos que los altos mandos de la academia van tras de Yuuji, no podrán hacer nada. Ellos ya habían hecho el acuerdo de que se ejecutaría hasta que tuviéramos todos los dedos de Sukuna, pero ahora que se quieren adelantar no podrán volver a hacer lo que quieran. ─ Fushiguro suspiró. ─ Aunque también tenemos a las maldiciones rondando en derredor. Ya discutimos algunas cosas con respecto a ellas, pero parece que también están sobre el rey de las maldiciones y su contenedor, y tal vez no para matarlo. ─ si es que era posible, Fushiguro frunció más su entrecejo, con disgusto.

─ ¿Y qué podemos hacer?

─ Mantener un ojo sobre Itadori. Y, por supuesto, seguiré entrenándolo. También le ayudará mucho pasar el tiempo con sus senpais y otros hechiceros.

─ Claro...

─ ¡Bien! Entonces, tengo que ir al centro comercial para abastecerme y comprar otras cosas. Si no me necesitas más, me voy.

─ Haz lo que quieras.

Y con ese sentimiento de felicidad revoloteando en su pecho, Satoru se fue a donde tenía pensado. Anduvo de arriba a abajo por el centro comercial, topándose con mil y un miradas que lo observaban con curiosidad o extrañeza, pues no era de todos los días encontrarse a un tipo albino, muy alto, todo vestido de negro y con una venda sobre los ojos, mucho menos en Japón. Y era todo un espectáculo verlo entretenido, como un niño.

Mientras tanto, sin que él se percatara de ello, Megumi e Itadori estaban andando por las mismas calles de Tokio que él rondaba y en las que pensaba dar algunas paradas.

Prosiguió, andando de aquí para allá y parando en ocasiones. Era un hombre muy curioso y no le importaba en lo más mínimo si los demás lo miraban con extrañeza. A lo lejos, una vez hubo parado en una sala de juegos, vio el cabello rojizo de su querido alumno acompañado de un pelinegro de cabello puntiagudo. Expresó su sorpresa abriendo su boca en forma de "o" y escondiéndose para que no lo vieran.

Desde la posición en donde estaba, podía verlos perfectamente. Pero para desdicha suya, era imposible escucharlos.

¿Debería acercarse más?

Sonaba demasiado entrometido. Pero quería escucharlos. Tal vez averiguaría la razón por la que estaban paseando juntos. No tenías que ser muy inteligente para saber que no estaban comprando artículos de primera necesidad, porque en una sala de juegos no hay ese tipo de cosas. Casi pareciera... una cita.

Chilló emocionado, a pesar de estar en un lugar público. Se sintió un poco avergonzado pero la emoción por su reciente conclusión había sido mucha.

─ ¿Gojou-sensei? ─ una voz conocida lo hizo respingar.

Estaba tan concentrado en ver a los chicos que no sintió a Nobara venir por detrás. Eso había sido peligroso.

─ Kugisaki, hola. ¿Qué haces por aquí? ─ intentó sonar casual.

─ Pues... vine a buscar a Fushiguro. Hoy nos íbamos a reunir para salir de compras.

─ ¿Contigo?

─ Sí...

─ Pero está, ahora, eh... con Yuuji.

Nobara ladeó el rostro, y dio un vistazo a donde Gojou había estado observando. Efectivamente, Yuuji y Fushiguro estaban juntos y venían hacia donde Gojou y ella se encontraban. ¿Debía solo esperarlos o...?

─ Gojou-sensei, usted... ¿cree que están en una cita? ─ había estado observando a si profesor y había llegado a una conclusión muy divertida. Debía comprobarla.

Respingó sorprendido, de nuevo. Kugisaki lo estaba tomando por sorpresa con mucha habilidad. ─ Bueno ... ¿tú lo piensas? Yo sí lo pienso.

─ ¡Oh! ─ soltó una carcajada que ahogó con su boca. No podía creerlo... ─ Entonces, todos esos rumores sobre que usted espía a sus alumnos por fines pervertidos eran malentendidos. ¡Usted los espía porque los empareja en secreto! ─ su expresión de asombro era única.

De nuevo, y quien sabe cuántas veces más, Gojou miró a Kugisaki con sorpresa. Al saber que él shippeaba a sus alumnos se resolvió el malentendido que ella tenía a causa de los rumores. Se resolvió.

Entonces, ¿si ese rumor se cambiaba por su Satoru shipper... todo se resolvería para bien?

[HIATUS] Gojou Satoru y sus habilidades especiales para espiar. - JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora