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Walls

Mis amigos y yo habíamos llegado a la discoteca hace aproximadamente 20 minutos. Cómo siempre, me gustaba mirar a mi al rededor por si veía a alguien que conociera.

Usualmente, había alguien, pero era vez no. Mi mirada estaba en una chica en la esquina de la disco con una bebida roja y mirando el celular.

Sonreí, era muy bonita. Mi amigo Pedro me pegó en el brazo, lo miré.

— ¿Por qué no te acercas? —me dijo, negué
— Que va, la tía está sola por algo —alcé los hombros. Ella en verdad parecía misteriosa. Pero no podía dejar de echarle miradas.

Así ví cuando sus amigas se acercaron a ella y comenzaron a bailar. Era una canción un poco flamenca, pero como... Era extraña y agradable.

Me acerqué valiente hasta ella, se quedó mirándome y sonrió

— creí que no te ibas a acercar nunca —rió— me estuviste mirando todo el rato, ya hasta sentía tu mirada.
— usualmente cuando veo una chica tan bonita como tú me cuesta trabajo dejar de hacerlo —dije en tono galán, ella sonrió.

Me pasó de largo, la tomé de la mano y la pegué a mi. Ella se estiró sin dejar de tomar mi mano, se dió una vuelta y pasó de un lado a otro.

Nuestros pasos eran coordinados, de un lado a otro. La gente nos miraba impresionados, como si fuese un show para el que estuviesemos preparados.

Seguimos bailando hasta que la canción se terminó, ella sonrió y se alejó.

Si algo sabía era que no iba a dejarla ir, eso era seguro. Me fui tras ella, la ví pedir un tequila y pedí uno también. Me miró sonriente.

— así que no me vas a dejar en paz —alzó la ceja— vale, tendrás que bailar conmigo de nuevo. —se tomó el shot de un golpe, la seguí.

Me tendió la mano, volvimos a la pista y volvimos a armar una coreografía que salía de la nada. Solo nos seguíamos el ritmo mutuamente.

Ella se puso de espaldas a mi moviendo las caderas mientras mis brazos cruzados descansaban sobre las mismas.

Mis amigos desde su lugar alzaban la ceja, y claro, jamás había bailado así, pero también jamás había conocido una chica así, que me inspirara a bailar.

Se separó, alzó las manos y dió un par de palmadas, luego se dió la vuelta, como huyendo de la pista, con mi mano la detuve sosteniéndola por la cintura.

La jalé hasta mi y la hice seguir mis pasos de adelante atrás, ella parecía tan inspirada. Tenía los ojos cerrados, y disfrutaba de cada paso que daba.

La giré, dió un par de vueltas, luego ella me jaló hasta la barra. Tomó un chupito que estaba ahí y lo bebió. Todo sin dejar de menear las caderas bailando al son de la pista.

Todo parecía tan irreal, que la gente simplemente se quedaba super sorprendida mientras nos miraba como nosotros disfrutábamos.

Se dió una vuelta, sonrió y puso su mano en mi hombro. La pegué más a mi cuerpo, ella soltó una risa de esas pequeñas.

— bailas muy bien, mirador —susurró, reí ahora yo
— lo mismo digo chica linda —la hice girar sobre sus tobillos un par de veces y luego la regresé contra mi.

Nos miramos fijamente, hasta ahora notaba que tenía unos ojos pardos preciosos. Con pestañas largas y tupidas.

Tenía un pequeño corazón dibujado en la mejilla, y la hacía lucir muy tierna.

Ella parecía estarme mirando también.

La música se detuvo, empezó otro ritmo menos bailable pero igual de disfrutable.
Nos separamos, yo no podía dejar de pensar en sus labios carnosos pintados de rojo que me tentaban a besarla.

Sonrió y me besó la mejilla, luego se dió la vuelta.

Sonreí al ver cómo nuevamente, estaba huyendo.

Está vez no la obligué a bailar conmigo, solo fuí tras ella.

Eᴘ ~ Wᴀʟʟs (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora