Entiende

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Narrador omnipresente

Mientras ella esperaba el la línea... Él ponía las luces de afuera. Nunca escuchó el móvil.

Cuando terminó de decorar su casa, estaba tan agotado que se quedó dormido en el sillón sin mirar su teléfono.

Ella había llorado toda la noche, porque pensaba que él no había querido contestar. Pensó que lo mejor era volver al inicio. No de ellos, no de él... De ella.

Volver a México, y tratar de hacer su vida allá.

Al despertar había comenzado a empacar las cosas en su maleta. Recogió el desastre que había hecho ayer.

Salió de casa por cajas para empacar lo demás, lloraba todo el camino. Sin creer lo que estaba pasando.

Cuando él despertó, lo primero que hizo fue ver su teléfono... Ahí se dió cuenta que ella lo había llamado.

Intentó llamarla de vuelta pero ella no respondió, y como lo haría si se había dejado el móvil en casa mientras iba por cajas.

Entró a Instagram tratando de entender porque la había llamado, quizás había dicho algo, quizás descubría algo.

Claro que lo hizo. Descubrió que su ex novia regresaba a su país natal. Haciendo más difícil que él pudiera recuperarla.

No esperó nada, solo corrió fuera hasta la estación de trenes por un boleto para Madrid. La señora de la taquilla le dijo que el siguiente tren salia en 5 minutos, y que él no podía comprar un boleto porque era muy pronto. No alcanzaría.

Ginés gritó furioso, rogó con lágrimas en los ojos.

— por favor... si no me deja subir a este tren la chica que amo se irá lejos y no podré recuperarla —la chica lo miró apenada y lo dejó pasar.

Con una pequeña sonrisa subió al tren, no paraba de mirar el celular en todo el camino a Madrid.

Sí, le esperaban unas buenas horas de viaje pero con suerte la alcanzaría.

Ella por su parte esperaba a que pasará un taxi para regresar a casa, llevaba muchas cajas desdobladas en las manos y miraba el celular de vez en cuando.

La gente comenzaba a notar que ellos no estaban juntos y respondían a su story preguntando por él.

Claro que ella pensaba en él, pero no debía... Porque él ya había pasado página, él no había respondido. A él ya no le importaba.

El taxi se detuvo frente a ella, subió y miró todo el camino las luces navideñas de las casas. Ni siquiera la navidad podía subirle el ánimo en ese momento.

Cerró sus ojos con pesadez, un par de lágrimas rebeldes cayeron. Las limpió de prisa y abrió los ojos. Mejor era que se concentrara en otras cosas que en lo que su mente le decía.

Por su parte, él iba en el tren mirando el celular. En el perfil de ella por si subía algo, por si actualizaba la situación.

El tiempo pasó volando, y cuando se detuvo, miró a través de la ventana.

Estaba cayendo la tarde por la ventana, bajó de prisa y salió. Sabía que ella estaba en su viejo apartamento, y sabía dónde estaba ese apartamento.

Tomó un taxi hasta esa dirección, su respiración estaba agitada solo de pensar en que era probable que volviera a verla.

Ella seguía empacando. Se distrajo con las fotografías de un cajón. Las miró con una sonrisa en el rostro, sin duda iba a extrañar a ese chico.

Tenía los mejores recuerdos de su vida con él, desearía poder verlo una vez más antes de irse.

El destino... El destino era increíble, porque en ese instante él tocó el timbre de casa.

A ella le sorprendió, puesto que no esperaba a nadie, y casi nadie sabía dónde estaba ella.

Fue abrir, la puerta se interponía entre la mirada de ambos. Ella la abrió.

Su rubio apareció del otro lado, con la respiración agitada, el cabello revuelto y una sonrisa ligera.

No la dejó hablar, la tomó por la nuca y la besó. Ella no se negó, porque era lo único en lo que pensaba desde que no estaba con él.

Caminó hacia atrás haciendo que él entrara en casa, lo abrazò por los hombros mientras él bajaba sus manos a su cintura.

No habían dejado de besarse más que para tomar aire. Se tocaban como quien no cree que está besando a su verdadero amor.

— te extraño —jadeo ella, él la calló de nuevo con un beso. La levantó hasta el escritorio y la sentó ahí.

Ella se quitó la chaqueta, y le quitó la camisa. Acarició de arriba a abajo el abdomen del rubio, extrañaba todo de él.

Él le quitó la camisa también, la miró con deseo y cariño. Con ese sentimiento en el pecho de satisfacción. Había extrañado mucho los momentos de intimidad con ella.

La acercó más a él haciendo que sus pieles desnudas se tocaran. Para ambos fue placentero, fue mágico. Fue un toque de electroshock en el corazón.

Cómo pudo comenzó a desatar el cinturón del pantalón de él. Y lo trató de bajar. La ayudo a quitarlo mientras ella alzaba su falda hasta la cintura.

Aún les estorbaba la ropa interior, pero no querían dejar de besarse. Así que con mucho trabajo, se deshicieron de todo, se miraron a lo ojo nuevamente antes e unir sus cuerpos en uno solo de nuevo.

Sus miradas nuevamente brillaban, nuevamente lucían como antes. Y ambos podían notarlo.

Se besaron de nuevo y rieron un poco.

— intentemoslo de nuevo —murmuró ella sacando en él una sonrisa enorme.

Eran un alma otra vez.



GRACIAS POR LEER

Es una historia chiquitita, pero quería hacer algo referente al EP de Ginés, porque lo adoro y bue...

Espero les haya gustado, esta historia no necesariamente son las canciones, es algo que se me ocurrió cuando las escuchaba, tienen que ver, y algunos toques de las canciones que espero noten.

Pero no necesariamente tienen todo el sentido de las canciones, aunque no están alejadas de ellas.

En cada parte les dejé la canción en el tablero de arriba. Disfruten. 💞

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Eᴘ ~ Wᴀʟʟs (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora