CAPÍTULO III

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Era lunes, 9 de septiembre, y aquel día empezaba las clases. Como era el primer día, solo haríamos una presentación de la clase así que ese día solo teníamos que ir de las 11:00 a las 12:00. Me levante a las 8:00 y nada más levantarme me mire al espejo. Tenía el pelo negro revuelto. Antes os había dicho que tenía los ojos azules ¿no? Pues esa fue la primera mentira que dije;mis ojos no eran azules. Tenía unos ojos bastante raros, bueno a decir verdad tenía una enfermedad que no sabía como se llamaba no tenían un color fijo, cuando sentía algo positivo, se me ponían los ojos de un color bastante alegre, pero en cambio, si sentía algo negativo mis ojo se ponían de un color bastante oscuro. Siempre solía tener los ojos de colores diferentes, como si sintiera dos cosas diferentes al mismo tiempo. Esa era la razón por la que llevaba lentillas, no me gustaba que la gente hiciese muchas preguntas sobre los ojos, o que me dieran que eran muy bonitos, o que me preguntasen si eso no es malo para mi salud...

Despues de ducharme y cambiarme de ropa fui a desayunar y, escuche como sonaba mi teléfono, así que fui a cogerlo.

-¿Es usted familiar del señor Sweathen, Helian Sweathen?-me preguntó una voz desconocida.

-Si, soy su hermana.

-Le llamábamos para comunicarle que el día 20 de septiembre, celebraremos una pequeña reunión, para que los familiares de todas las personas que hayan ido al campamento militar, sepan el estado de cada uno de ellos.

- ¿A que hora es la reunión?

- Empieza a las 18:30, antes de continuar, tiene que darme algunos datos sobre Helian, ¿ cuál es la edad de su hermano?

- 25 años.

-¿dónde viven?

***

Después de darle toda la información al señor, cogí mi mochila y me dirigí hacia la parada, tenía que ir al entrenamiento de fútbol, el entrenador nos pidió que fuera los por la mañana.

Al terminar de entrenar, volví a casa y me tomé una ducha rápida y me puse el mismo uniforme negro y azul de entrenamiento para dirigirme hacia el instituto.

Cuando llegué, me encontré con Lucía, Paula y Daniela, fueron las primeras amigas que tuve al llegar a este instituto.

- Hombre Nayla, hace mucho que no te vemos, ¿algo nuevo que contar? - me preguntó Lucía.

-No, nada.

-Joee chica, algo te habrá pasado, algún lío con algún chico, algún enfado... - Intervino Paula.

-Ya me conocéis, no soy ese tipo de persona.

-Bueno que le vamos a hacer.

-¿sabes que nos a tocado en la misma clase? Nos sentamos en una esquina-
Daniela

- Dani, Nayla, ¿por que siempre os sentís en las esquinas o separadas de los demás? Se está mucho mejor en el centro- Paula.

-Bueno creo que ya va siendo hora de que vallamos hacia clase, ¿Nos vemos a las 12 aquí?- preguntó Daniela.

-Vale.

Daniela y yo nos fuimos hacia nuestra clase, pero antes me dijo que tenía que ir al baño, así que paramos en él.

-¿Te queda mucho?-le pregunté.

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